Eloïssa Vidal, Benitaia

Las 17.42 horas del día 8 de marzo. En Benitaia este momento no es un punto aleatorio señalado en el calendario. Ayer, más de trescientas personas acudieron a esa hora a contemplar la alineación solar sobre la Penya la Foradada de la Vall de Gallinera. Los visitantes se concentraron en las ruinas del antiguo convento franciscano, que actualmente es conocido como el calvario. Y es que los religiosos edificaron, en 1.611, su templo allí, orientado a la Penya de la Foradada, a la que el sol se alinea dos veces al año: el 8 de marzo y el 4 de octubre. Este último día en que se conmemora la festividad de Sant Francesc dio nombre a la orden convento.

El sol que lucía con toda su fuerza a media tarde fue bajando lentamente y al atravesar la roca pareció que el cielo se nublaba. Fue entonces cuando el público hizo uso de las gafas especiales para observar como el sol se centraba tras la Foradada y los haces de luz se dirigían hasta el punto donde los franciscanos construyeron su claustro.

La respuesta del público al empeño del Consistorio de la Vall de Gallinera por dar a conocer este fenómeno se hizo notar ayer. Aunque los estudiosos y aficionados de la astronomía ya conocían como y cuando el movimiento del astro filtraba sus rayos por la Foradada, el ayuntamiento ha realizado una campaña promocional por lo que "la afluencia se ha multiplicado, en octubre vinieron menos de cien personas y hoy sabemos que han llegado más de trescientas porque las gafas protectoras se nos han terminado", afirmó una organizadora.

Observadores hasta en la cima

Los vecinos del municipio expresaron su sorpresa ante la llegada de tantos aficionados a la astronomía, excursionistas y curiosos: "¡Hay más gente que en las fiestas!" Pero todos no estaban a pie del antiguo convento. Unas cinco personas subieron al punto más alto de la Foradada, por lo que cuando el sol se fue acercando al agujero resaltaron sus siluetas.

La alineación solar de la Foradada está comenzando a ser conocidas más allá de la comarca. Ayer, vecinos de la Safor, del Comtat o de Valencia viajaron hasta Benitaia para observar como el sol penetraba la roca. Este reconocimiento también ha provocado que el colectivo Fil per randa lo haya incluido en la elección de las siete maravillas valencianas (www.meravellesvalencianes.org) en la categoría de monumentos arquitectónicos históricos, junto a las pesqueres.

Según un estudio publicado por José Llull, tras la expulsión de los asentamientos moriscos de la Vall de Gallinera en 1609, el duque de Gandia Carles Borja patrocinó la repoblación del enclave con gentes de Mallorca. Tres años después para cristianizar a la población se construyó el convento. Llull ha probado que la ubicación no fue al azar y que se fundó en honor a Sant Francesc, ya que tras el solsticio de verano el día 4 de octubre el sol atraviesa la peña iluminando la zona donde estuvo el templo.