C. C./A. P. F., Formentera/Dénia

El presidente de la naviera Baleària, Adolfo Utor, presentó el miércoles en el salón de plenos de la Casa Consistorial de Formentera el nuevo proyecto en el que su empresa trabaja desde 2006, destinado a dotar a Formentera de un buque que opere durante todo el año y garantice los enlaces de mercancías y pasajeros con la Península, en concreto con Dénia, y con Eivissa.

Tras entonar el mea culpa por las limitaciones de navegación que sufre el Nixe en la línea pitiusa en cuanto se levanta un poco de mar, Utor presentó oficialmente la apuesta de su empresa, que pretende dar una "solución definitiva" a las comunicaciones de Formentera para el verano de 2009. La apuesta de Baleària se traduce en una inversión de 44,3 millones de euros en una nueva embarcación que los astilleros Barrera de Vigo están construyendo y cuya botadura está prevista para noviembre de este año. El plan de flota de Baleària, hecho público hace dos años, ya prevé que este barco entre en funcionamiento para mayo de 2009 en la línea Eivissa-Formentera-Dénia.

Además, el presidente de Baleària explicó ayer a Levante de Alancant que actualmente se están construyendo otros tres buques de última generación. Uno de ellos es el que sustituirá al Manuel Azaña y al Bahía de Málaga en la línea Dénia, Eivissa y Palma y que tiene capacidad para 1.200 pasajeros. Este ferry, que ha supuesto una inversión de 93 millones de euros, ya se botará el próximo mes de junio, según anunció Utor.

La escenografía preparada en Formentera por Baleària para la presentación de su nuevo proyecto respondió a la expectativa del público asistente, compuesto por una veintena de empresarios locales de todos los sectores económicos y de clientes habituales de la naviera.

El presidente del Consell de la isla, Jaume Ferrer, descubrió junto con Utor la sábana que cubría la urna de metacrilato en la que se encuentra una maqueta del nuevo buque, en cuyo casco además de la firma de la naviera aparece el lema que promueve la isla en el Plan de Marketing, "Passió per Formentera".

El presidente de Baleària describió, de forma pormenorizada, las características del nuevo barco. Tiene 100 metros de eslora, una manga de 17 metros, cala 4,2 metros, es capaz de transportar 300 metros lineales de carga mixta (ya sean plataformas, camiones o turismos) y en sus salones caben hasta 800 pasajeros.

La velocidad de este buque, de tipo ferry rápido, está limitada por su eslora, por lo que desarrollará una media de 20 nudos. Otras de las novedades de esta embarcación, en cuanto a concepción naval, es el novedoso sistema de acceso, calificado de "revolucionario" por la naviera, que permite a los pasajeros embarcar desde popa a los salones de butacas a través de una cinta mecánica que salva un desnivel de más de cinco metros.

El nuevo barco no tiene todavía nombre y el presidente de Baleària, con la clara intención de implicarse con la sociedad de la isla, brindó al Consell la posibilidad de elegir el nombre y a la persona que "amadrinaría" su bautismo.

Las palabras del presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, que estuvo acompañado en el acto por la vicepresidenta, Sonia Cardona, y del conseller de Movilidad, Josep Mayans, fueron de acercamiento y de apoyo a la iniciativa empresarial.

Por otra parte, Adolfo Utor, a preguntas de los periodistas, no quiso entrar a valorar las recientes declaraciones del conseller de Movilidad, Josep Mayans, que acusaban a la empresa de adoptar actitudes "prepotentes" en la explotación de sus líneas. "Yo no he escuchado nada", dijo Utor, para añadir acto seguido que la naviera que preside no aplica precios abusivos a las mercancías ni trato discriminatorio a sus clientes.

En cuanto a las intenciones de dos nuevas navieras de operar en el transporte de mercancías entre las Pitüses, Utor declaró que defendía la libre competencia pero, eso sí, "en igualdad de condiciones", matizó.