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¿Es posible un mundo sin bancos?

30 octubre 2023

En el mundo actual sería impensable imaginar una sociedad que funcione sin electricidad, transporte o comunicaciones. Pero, ¿sería posible imaginar un mundo sin bancos? Sin la presencia de las entidades financieras en nuestra economía es posible que no hubiera inversión privada, las familias no podrían acceder a la financiación necesaria para acceder a una vivienda y las empresas no tendrían capacidad de financiarse para crecer.





Esto se puso de manifiesto, de forma muy clara, durante la pandemia del COVID-19. Los bancos fueron declarados un sector esencial y mantuvieron abiertas las sucursales durante el estado de alarma por el coronavirus, acompañando a las familias, las empresas, los autónomos y las administraciones públicas, con el fin de que el impacto de la crisis sanitaria en el sistema financiero fuese el menor posible. Las entidades financieras volcaron todos sus esfuerzos en ofrecer soluciones a sus clientes, a través de múltiples canales como el servicio telefónico, el correo electrónico, la banca digital, la ‘app’, los cajeros automáticos y la oficina móvil.
Las entidades financieras desempeñan un papel neurálgico en la economía, esencial para garantizar el funcionamiento del resto del sistema. Aquí radica el origen y su misión principal. Los bancos actúan como dinamizadores de la actividad a través de la concesión de crédito a la economía real. Esta es la forma más importante en la que un banco contribuye a la sociedad.
Apoyo al desarrollo

Apoyo al desarrollo

Los bancos han acompañado el desarrollo de la economía y sociedad españolas en las últimas décadas, contribuyendo, apoyando y fomentando el cambio. BBVA Research estima que en los últimos 40 años, y a pesar de la gran crisis financiera de hace más de una década, el crédito concedido por la banca en España, como parte de su actividad principal de intermediación (es decir canalizar ahorro hacia el crédito), ha aumentado el PIB per cápita más de un 20%, con impactos también muy positivos en productividad por hora trabajada (+31%), inversión (+27%), y el consumo privado (+11%).
La banca también acompaña a las personas en los momentos más relevantes de sus vidas. No sólo lo hacen con crédito, sino con acompañamiento. Un banco hace posible que una familia afronte económicamente el nacimiento de un hijo, o financie sus estudios universitarios, o que una pareja obtenga el crédito necesario para organizar su boda o comprar su primera vivienda.
Para la mayor parte de los ciudadanos, no sería posible comprar una vivienda de no ser por el asesoramiento y la financiación que reciben por parte de su banco. El 80% de la población ve cada vez más difícil comprarse una casa. Sin embargo, las cerca de dos millones de hipotecas firmadas en los últimos 5 años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, demuestran que es posible. En el caso de BBVA, entre 1990 y 2022, el banco ha financiado a más de dos millones de familias para que adquieran una vivienda. Solo en 2022, más de 45.000 familias compraron su casa con una hipoteca de BBVA, un segmento donde el banco concedió 5.700 millones de euros de nueva financiación.
Comprometidos con la sociedad

Comprometidos con la sociedad

Las entidades financieras contribuyen a la sociedad desde otros dos planos. Por un lado, son fuertes generadores de empleo de calidad. En el caso de BBVA, emplea a más de 26.000 personas en España y más de 119.000 en el conjunto de los países en los que opera. Además, los bancos contribuyen cada año a las arcas públicas con el pago de impuestos, que en el caso de BBVA superó en 2022 los 11.000 millones de euros de contribución fiscal entre impuestos propios y de terceros en todo el mundo. En España, BBVA contribuyó con un total de 2.759 millones de euros.
Una vez pagados estos impuestos, las entidades suelen dedicar una parte relevante de sus beneficios a remunerar a sus accionistas, que incluyen a miles de personas en España, y otra parte se dedica a reinvertir en la entidad para tener mayor capacidad de dar crédito. Entre un 40% y un 50% del beneficio de BBVA, en concreto, se destina a remunerar a sus accionistas, que incluye a casi 800.000 personas además de inversores institucionales. El dividendo que paga BBVA es por tanto un apoyo de renta adicional para cientos de miles de personas, en su inmensa mayoría españoles. Estos accionistas conforman, junto a inversores institucionales que gestionan fondos con miles de partícipes, la base accionarial del banco.
Apoyo a las empresas

Apoyo a las empresas

Existen una serie de momentos cruciales en la vida de toda empresa, desde su creación y crecimiento hasta su expansión internacional. En todos ellos, contar con la financiación necesaria es clave. Esto se torna particularmente relevante para las pymes y autónomos, que son el 99,9% de las empresas españolas, y no cuentan con vías alternativas para financiarse en el mercado, como sí sucede con las grandes empresas. Aquí los bancos son su aliado natural. La buena noticia es que más del 82% de las que solicitan financiación bancaria la consiguen, según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Por ejemplo, en un solo año (2022), un banco como BBVA financió el crecimiento de más de 150.000 PYMES y autónomos, y de más de 14.000 empresas de mayor tamaño, con casi 100.000 millones de euros de nueva financiación, contribuyendo con ello a la creación de empleo.
Si hablamos de internacionalización, esta financiación tiene aún más peso. Los bancos españoles han acompañado a las empresas del país en su proceso de salida al exterior primero en Latinoamérica, y luego en otras regiones. BBVA fue uno de estos acompañantes, en paralelo a su propia expansión internacional, que comenzó en los años 90 en América Latina; y continuó a principios de siglo en EE. UU., y en 2011, en Turquía. El Banco de Bilbao fue el primer banco español y del resto de Europa en abrir sucursal en París, en 1902. A día de hoy la entidad está presente en más de 25 países.
Ciberseguridad

Ciberseguridad

La banca en general, y BBVA en particular, han aumentado sus esfuerzos notablemente para informar, formar y concienciar sobre los principales riesgos de ciberseguridad, a través de todos los canales disponibles y en las numerosas interacciones con los clientes. El factor humano es clave, en la medida en la que, en la inmensa mayoría de los casos, es necesaria la ‘colaboración inconsciente’ del cliente para llevar a cabo el fraude. Por tanto, conseguir que los clientes sepan cómo protegerse es vital. BBVA es la primera entidad financiera que, de forma gratuita, ha puesto a disposición de sus empleados y del público en general cursos de formación en ciberseguridad. Los cursos se lanzaron en 2022 y ya hay más de 17.000 personas formadas.