Pedro Miñano ha grabado durante 18 meses imágenes del tráfico de droga, coches robados y peleas en la zona de San Vicente Ferrer. A pesar de las amenazas de muerte que recibe y de las 70 denuncias que ha presentado, sigue grabando desde su balcón toda la delincuencia. Cuando se le pregunta si vale la pena vivir esa situación contesta con rotundiad que «estoy seguro que sí. Yo no soy de Crevillent, pero me siento crevillentino. Mi familia y yo no vinimos a este pueblo a pasar miedo ni a malvender mi casa por cuatro duros». Asegura que todos los días le amenazan, le han tirado piedras a su balcón, «pero me da igual, no puedo estar con los brazos cruzados viendo como las autoridades permiten que este pueblo se esté convirtiendo en lugar de paso de delincuentes». Miñano entiende que ha llegado el momento de «tomar medidas». Su gesto ha logrado que todas las asociaciones de vecinos se organicen para reclamar a las autoridades más seguridad, ya que entiende que las autoridades municipales «no han reaccionado hasta el momento».