El escultor Miquel Navarro se declaró ayer satisfecho con el acuerdo ya que, al menos, desbloquea el conflicto con la dirección del museo y abre una nueva fase de negociación entre él y el propio Cortés.
«No pasa nada. Ya manifesté mi deseo de hablar. Siempre he estado abierto a negociar. Estoy contento de que así sea. Mi nombre en la sala se queda y negociaremos cuando toque», dijo el artista quien confesó haber conocido el acuerdo tras una llamada de la consellera Català.
Sin embargo, en la reunión no se abordó el tema de la cancelación de la muestra de Uiso Alemany. Según los miembros del consejo no estaba en el orden del día. El artista mantenía ayer su intención de presentar una denuncia.