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JM López
Ver galería >A finales del siglo XVII se elevó una alquería en la cercanía del pueblo de Meliana. Más tarde, en 1844, a raíz de la desamortización, esta propiedad de los dominícos, es vendida a una familia de la alta burguesía valenciana-. En 1860 Miguel Nolla, quien buscaba un lugar donde ubicar su fábrica, decide aprovechar los terrenos y el edificio para llevar a cabo su proyecto azulejero. Es entonces cuando es transformado en muestrario de la empresa revestido de un admirable conjunto de mosaicos. Después de años de abandono, esta joya arquitectónica se está recuperado gracias al trabajo del ayuntamiento de Meliana.
A finales del siglo XVII se elevó una alquería en la cercanía del pueblo de Meliana. Más tarde, en 1844, a raíz de la desamortización, esta propiedad de los dominícos, es vendida a una familia de la alta burguesía valenciana-. En 1860 Miguel Nolla, quien buscaba un lugar donde ubicar su fábrica, decide aprovechar los terrenos y el edificio para llevar a cabo su proyecto azulejero. Es entonces cuando es transformado en muestrario de la empresa revestido de un admirable conjunto de mosaicos. Después de años de abandono, esta joya arquitectónica se está recuperado gracias al trabajo del ayuntamiento de Meliana.
A finales del siglo XVII se elevó una alquería en la cercanía del pueblo de Meliana. Más tarde, en 1844, a raíz de la desamortización, esta propiedad de los dominícos, es vendida a una familia de la alta burguesía valenciana-. En 1860 Miguel Nolla, quien buscaba un lugar donde ubicar su fábrica, decide aprovechar los terrenos y el edificio para llevar a cabo su proyecto azulejero. Es entonces cuando es transformado en muestrario de la empresa revestido de un admirable conjunto de mosaicos. Después de años de abandono, esta joya arquitectónica se está recuperado gracias al trabajo del ayuntamiento de Meliana.
A finales del siglo XVII se elevó una alquería en la cercanía del pueblo de Meliana. Más tarde, en 1844, a raíz de la desamortización, esta propiedad de los dominícos, es vendida a una familia de la alta burguesía valenciana-. En 1860 Miguel Nolla, quien buscaba un lugar donde ubicar su fábrica, decide aprovechar los terrenos y el edificio para llevar a cabo su proyecto azulejero. Es entonces cuando es transformado en muestrario de la empresa revestido de un admirable conjunto de mosaicos. Después de años de abandono, esta joya arquitectónica se está recuperado gracias al trabajo del ayuntamiento de Meliana.
A finales del siglo XVII se elevó una alquería en la cercanía del pueblo de Meliana. Más tarde, en 1844, a raíz de la desamortización, esta propiedad de los dominícos, es vendida a una familia de la alta burguesía valenciana-. En 1860 Miguel Nolla, quien buscaba un lugar donde ubicar su fábrica, decide aprovechar los terrenos y el edificio para llevar a cabo su proyecto azulejero. Es entonces cuando es transformado en muestrario de la empresa revestido de un admirable conjunto de mosaicos. Después de años de abandono, esta joya arquitectónica se está recuperado gracias al trabajo del ayuntamiento de Meliana.
A finales del siglo XVII se elevó una alquería en la cercanía del pueblo de Meliana. Más tarde, en 1844, a raíz de la desamortización, esta propiedad de los dominícos, es vendida a una familia de la alta burguesía valenciana-. En 1860 Miguel Nolla, quien buscaba un lugar donde ubicar su fábrica, decide aprovechar los terrenos y el edificio para llevar a cabo su proyecto azulejero. Es entonces cuando es transformado en muestrario de la empresa revestido de un admirable conjunto de mosaicos. Después de años de abandono, esta joya arquitectónica se está recuperado gracias al trabajo del ayuntamiento de Meliana.
A finales del siglo XVII se elevó una alquería en la cercanía del pueblo de Meliana. Más tarde, en 1844, a raíz de la desamortización, esta propiedad de los dominícos, es vendida a una familia de la alta burguesía valenciana-. En 1860 Miguel Nolla, quien buscaba un lugar donde ubicar su fábrica, decide aprovechar los terrenos y el edificio para llevar a cabo su proyecto azulejero. Es entonces cuando es transformado en muestrario de la empresa revestido de un admirable conjunto de mosaicos. Después de años de abandono, esta joya arquitectónica se está recuperado gracias al trabajo del ayuntamiento de Meliana.
A finales del siglo XVII se elevó una alquería en la cercanía del pueblo de Meliana. Más tarde, en 1844, a raíz de la desamortización, esta propiedad de los dominícos, es vendida a una familia de la alta burguesía valenciana-. En 1860 Miguel Nolla, quien buscaba un lugar donde ubicar su fábrica, decide aprovechar los terrenos y el edificio para llevar a cabo su proyecto azulejero. Es entonces cuando es transformado en muestrario de la empresa revestido de un admirable conjunto de mosaicos. Después de años de abandono, esta joya arquitectónica se está recuperado gracias al trabajo del ayuntamiento de Meliana.
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