Es un símbolo inequívoco, tal vez el mayor, de la modernización de la Vall. El doble túnel de l'Olleria conectó esta comarca y las vecinas del Comtat y l'Alcoià «con el resto del mundo» como llegó a decir un conocido munícipe. Primero fue el túnel único, que se inauguró el 30 de mayo de 1992. Más de diez años después llegaría la duplicación; el doble túnel que absorbe el tráfico de una autovía central con la que ahora cuesta creer que hace menos de 30 años la comarca se conectara con el resto de la provincia a través de un portet que hoy aún sobrevive, a tramos, como muestra de la deficitaria y obsoleta red de comunicaciones de los años 60 y 70. Nunca la democracia tuvo una plasmación tan concreta en la modernización de un territorio y en su mejora. La vida socioeconómica de la Vall vive un antes y un después desde que se inauguró esta infraestructura, que en su día costó 2.800 millones de pesetas (el equivalente a unos 16 millones de euros).

Lástima que, paradójicamente, el esplendor industrial de la Vall ha ido decreciendo con los años y que esta infraestructura de comunicación viaria tan importante poco o nada haya podido hacer ante unos vaivenes comerciales que han arrasado con aquella bonanza de los años 70 e incluso 80. Según un estudio de la Universitat de València, la Vall d'Albaida sufrió un derrumbe industrial durante los peores años de la crisis (2008-2013), pero también antes de la misma. «Durante la crisis de 2008- 2013 el sector industrial del País Valenciano perdió un peso del 28% en la economía global autonómica, a la vez que el PIB valenciano registró una caída acumulada del 9%, que fue mucho mayor a la media estatal», según dicho estudio. «Aun así, la Vall d'Albaida, comparada con la mayoría de comarcas valencianas, continúa siendo una comarca de fuerte arraigo industrial, ya que ocupa un tercio de todos sus empleados se ocupan en actividades fabriles», añaden. Aprovechar ese vigor que aún queda es un objetivo que se han trazado las empresas. Una plataforma por la reindustrialización de la zona persigue que ese esplendor de antaño se recupere y que sea el textil su abanderado. Tras el textil, los siguientes subsectores industriales en la Vall son los de fabricación de plásticos, de productos metálicos, de materiales de construcción, papel, artes gráficas, madera, alimentación y química.

El gran centro industrial de la Vall es Ontinyent, con 2.501 personas afiliadas a la a la Seguridad Social en el sector secundario (salvo construcción), seguido de l'Olleria (1.399), Agullent (950), Albaida (703), Aielo de Malferit (604), Atzeneta d'Albaida (591) y Bocairent (554).