Dénia ya ha tomada las primeras medidas para evitar que los jabalíes campen a sus anchas. El departamento municipal de Medio Ambiente está desbrozando un barranco de la partida Bovetes en el que estos animales tienen sus madrigueras. Los trabajos van aprisa. Un operario, al limpiar un denso cañaveral, ha encontrado el cadáver de un enorme jabalí. Está en avanzado estado de descomposición.

Fue justo aquí donde en abril de 2019 uno de estos animales embistió brutalmente a una mujer de 73 años, propietaria del huerto de naranjos que linda con el barranco. El jabalí la tiró al fondo de este cauce. La mujer, que caminaba por el acceso a su finca cuando el puerco salvaje la atacó, sufrió la fractura de ocho costillas y la clavícula, así como un neumotórax y un derrame pleural grave. Se temió por su vida. Todavía hoy arrastra secuelas.

Además, a mediados del pasado mes de agosto, fue su marido, de 77 años, el atacado por otro de estos animales. El hombre trabajaba en el huerto de cítricos y no se percató de que un jabalí iba hacia él. El jabalí lo embistió con violencia y le clavó uno de sus colmillos en una pierna. Le produjo una grave herida, una contusión muscular y un hematoma intramuscular. Aún no se ha recuperado.

El matrimonio, que es de València y acude varios días a la semana a cuidar su finca de la partida Bovetes de Dénia, estaba aterrorizado. Los jabalíes tenían sus escondrijos y criaban en un barranco repleto de zarzas y cañas. Se movían a sus anchas por este cauce. Las madrigueras estaban junto a la Vía Verde. Por allí pasan a diario decenas de vecinos que salen a correr y a pasear en bicicleta.

Ahora el ayuntamiento está eliminando esos escondrijos. Los jabalíes también destrozaban los cultivos de naranjos (hacían agujeros junto a los árboles y rompían los riegos por goteo) y los pocos viñedos que quedan en estas partidas rurales de Dénia.

La dueña de este huerto ya notó hace una semana el desagradable olor que salía del barranco. Sospechaba de que un jabalí muerto se estaba corrompiendo. Uno de los operarios halló, efectivamente, el cadáver de uno de estos animales.

Desbrozar el barranco es la primera medida que toma el Ayuntamiento de Dénia para reducir la población de jabalíes. La fauna salvaje se adentró durante los meses de confinamiento en partidas rurales y urbanizaciones. En otros municipios, como Ondara, también los jabalíes están provocando daños en cultivos. Además, esta especie causa accidentes en carreteras como la del Camí de Gandia o en el antiguo vial que conecta Ondara con Dénia.