C. Monzonís, Calp

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) realizó ayer por la tarde un amplio despliegue de efectivos para inspeccionar el tamaño de las capturas realizadas por las embarcaciones pesqueras que operan en el puerto de Calp. Inicialmente fue una patrullera y posteriormente varios vehículos y más de una decena de agentes los que realizaron la inspección y levantaron diversas denuncias por no cumplir el tamaño mínimo. No obstante, la presencia de los agentes provocó la estampida de muchos compradores y la subasta fue una ruina, como demuestra el hecho de que la cigala más pequeña llegó a pagarse a un euro. El Patrón Mayor de la Cofradía de Calp, Fabián Poquet, expresó el "malestar e indignación de los pescadores" porque "somos trabajadores que se levantan a las cuatro de la mañana para traer un jornal y viendo el despliegue parecía que en lugar de pescado llevábamos droga". Poquet creyó desmesurado el despliegue y tildó de "desastre" todo lo ocurrido con "una plaza -en referencia a la subasta- que se ha venido abajo".

Uno de los armadores afectados, Jose Antonio Sánchez del buque "Punta de Ifach" expresó su "indefensión" al acusarle de ser el propietario de dos cajas que no tenían el tamaño y estaban en tierra pero "un agente dice que él ha visto que era de mi barca cuando no lo ha visto". A este mismo armador primero le retuvieron una caja de cigalas y después tras comprobar por internet el tamaño mínimo le fue devuelta. No obstante, nadie la compró ante el temor de ser inspeccionados por el Seprona y finalmente se pagó a 1 euro el kilo frente a los 12 habituales. Sanchez no entiende "a que viene todo esto y menos en elecciones" y dijo sentirse "amenazado".