Las principales Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y organizaciones vecinales de la Comunitat Valenciana encendieron ayer la luz de alarma sobre el creciente número de niños sin recursos que la única comida en condiciones que toman al día es la del colegio. Por ello han solicitado una reunión con la consellera de Educación para solicitarle que los colegios abran sus comedores durante las vacaciones escolares para atender a estos niños en riesgo de desnutrición.

La iniciativa parte de las federaciones mayoritarias de AMPA en la escuela pública, la provincial FAPA-València y la autonómica Gonzalo Anaya, y de la Confederació d'Associacions de Veïns i Consumidors de la C. Valenciana (Cave-Cova). Además, también cuenta con el apoyo de la Organización No Gubernamental (ONG) Save The Children y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), según informó ayer la FAPA en un comunicado.

Reunión con la consellera

El objetivo de esta propuesta, añade la nota, es «abordar la necesidad del servicio de comedor escolar sobre todo para las familias que en estos momentos atraviesan graves problemas económicos». Las entidades han acordado pedir una reunión con la consellera de Educación, María José Català, «para estudiar la posibilidad de utilización de los comedores escolares durante el verano y así garantizar la alimentación de los alumnos con menos recursos».

Los representantes de Save The Children y de Unicef, prosigue la nota, han destacado «la necesidad de ser sensible a esta problemática, que es una realidad en muchos centros escolares» y han apoyado a los colectivos de madres y padres para que llevar adelante «todas las acciones necesarias para dar una solución».

Los ponentes de la propuesta a Educación citan el informe de Unicef sobre la infancia en España que analiza el impacto de la crisis sobre los niños y que advierte de que son éstos «los que verdaderamente sufren cuando sus progenitores se quedan sin trabajo y sin ingresos, cuando ellos y sus familias son desahuciadas y cómo, a consecuencia de los menores ingresos familiares, se empobrece la calidad de su alimentación».

FAPA, por su parte, critica «la ampliación de los beneficiarios de becas de comedor al alumnado de la escuela concertada este curso, puesto que la ayuda económica por parte de la Administración al alumnado de la escuela pública ha sido insuficiente». Por ello, exige a la conselleria que dé respuesta «a todas las familias con problemas económicos aumentando la partida presupuestaria, ya que cada vez hay más alumnado y menos dinero, o bien posibilitar la apertura de los comedores en vacaciones».