«Alto nivel de inglés imprescindible», «nivel mínimo C1», conocimientos de Ofimática, redes sociales,administración.... pueden parecer los requisitos de una oferta de trabajo y, además, una muy buena, pero son algunas de las exigencias de las becas que ofrece el Ministerio de Exteriores (MAEC) a universitarios y recién graduados para trabajar durante tres meses en embajadas, consulados o misiones internacionales de España en ciudades de todo el mundo. El problema de estas prácticas, que se presentan como una oportunidad para adquirir experiencia laboral y conocer otros países de primera mano, es que no son remuneradas, a pesar de ser ofrecidas por una institución pública y en un ámbito de primer nivel, como es el de la diplomacia y las relaciones internacionales.

El diputado de Esquerra Unida (EUPV), Ricardo Sixto, presentó ayer en el Congreso una batería de preguntas sobre estas becas. Desde la formación, consideran que «la propia Administración somete a estos becarios a la precarización» y se «fomenta la desigualdad». Sixto entiende que «se trata de becas dirigidas solo estudiantes que puedan costearse la estancia en el extranjero o en Madrid», lo que vulnera el principio de igualdad.

El aviso, del que EUPV se hace eco, lo han dado un grupo de estudiantes de la Universidad de Alicante (UA). «Solemos criticar esto de las empresas privadas, pero ahora es un ministerio el que precariza a los becarios», explica Manuel González, alumno de 3º de Derecho. Cristian Domenech, de 4º, ha solicitado las prácticas, pero asegura que se percató de que no hay sueldo después de realizar el trámite, que debía completarse antes del pasado miércoles. «He llamado por teléfono para preguntar si había algún tipo de beca o ayuda para buscar alojamiento, pero me dijeron que no», apunta. «Si me las dan, seguramente no me pueda costear ni el vuelo ni el viaje a Buenos Aires, que es el destino que he elegido», confiesa.

Convenios en la C. Valenciana

La Universitat de València, la Jaume I de Castelló, el CEU-Cardenal Herrera y la UA tienen un Convenio de Colaboración de Prácticas Formativas con el MAEC, informan de estas prácticas en sus canales habituales, las publicitan, y realizan una primera selección entre sus respectivos candidatos. Luego, la decisión final sobre a quien otorgar las prácticas es del ministerio.

Cristian decidió presentarse porque esta oferta «es compatible con las prácticas curriculares» y para ganar experiencia. Ahora, cree que el Gobierno deja a los estudiantes «vendidos», sin sueldo, becas ni alojamiento. «¿Cómo te vas a costear la estancia sin cobrar? Así, esto se reduce solo a gente que tenga una buena base económica», lamenta su compañero Manuel.

Argentina, Panamá, Lituania, Brasil, Italia, Francia, Chile, Estados Unidos, Ghana, Kazajstán, Australia, Malasia... los destinos están repartidos por todo el mundo, y el Ministerio ofrece un total de 81 vacantes en embajadas y representaciones permanentes, y 102 en consulados generales. Para la mayoría de puestos se piden estudios en Política, Periodismo, Economía, Relaciones Internacionales o Cooperación Internacional.

Según el país, además del inglés también se pide a los jóvenes saber francés, alemán, portugués, italiano, árabe, turco o ruso, entre otros idiomas. A pesar del sueldo inexistente, los requisitos no son pocos.