«Soy un trabajador. Solo hay que ver mi vida laboral. Pero ya se que no tendré pensión de jubilación. Hasta me han embargado el plan de pensiones que abrí hace décadas y que tiene unos 10.000 euros. Me siento muerto en vida ¿Porqué me veo en esta situación? En 2012 bajé la persiana de las empresas que tenía. Trabajaba para el gobierno de otra comunidad autónoma, pero el pago a proveedores llevaba tal retraso que tuve que cerrar. Les pagué a todos mis trabajadores. Me parecía lo justo, aunque ahí comenzara mi deuda con la Seguridad Social», relata G.J.C. Luego se trasladó con su mujer a Valencia y montó una cafetería.

Sin embargo, las consecuencias de la diabetes le obligaron a permanecer meses ingresado en la hospital. Estuvo de baja 7 meses, pero la deuda con la Seguridad Social le impidió recibir nada por incapacidad temporal. «Con el bar cerrado y sin derecho a prestación alguna seguí pagando el autónomo. De esos meses no debo ni un recibo. Cuando he podido, he pagado», explica G. J. C.

En marzo de 2015 cerró también esa persiana y se puso a buscar trabajo. Muchos años de experiencia en el sector que no tuvieron en cuenta unas empresas a las que se presentaba un hombre enfermo de 62 años. Y ahí empezó su periplo para conseguir ayudas sociales, un sistema «que no había necesitado jamás y que no pensaba que necesitaría, la verdad».

G. J. C. tiene familia. Y su familia le ha ayudado en todo lo que ha podido. Si no, hace años que «viviríamos debajo de un puente». Pero este hombre y su mujer callan ante sus hijos. Callan sus preocupaciones, sus impagos, la ayuda que han pedido, el dinero que no llega. Por ello no se identifica en este reportaje. «No quisiera perjudicarles».

«Somos padres para siempre y no queremos que nuestros hijos sufran. Ellos no nos pueden ayudar. Ellos también necesitan ayuda. Están en paro y tienen niños pequeños. ¿Qué les digo? ¿Que su padre no se puede pagar los medicamentos de la diabetes? Pues no les digo nada y si no tengo dinero, pues no me medico. Es injusto después de toda una vida trabajando», concluye.