Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil ha permitido desmantelar uno de los mayores laboratorios de cocaína de segunda extracción en un chalé de Riba-roja de Túria. Entre los cuatro arrestados se encuentra un ciudadano de origen colombiano, con nociones de química, que actuaba como «cocinero» para transformar la cocaína llegada a España en formato sólido o líquido y reconvertirla en clorhidrato de cocaína (el polvo en el que se distribuye).

Fruto de este dispositivo policial, desarrollado por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional y el EDOA de la Guardia Civil, los investigadores han puesto fin a la actividad de ese laboratorio de cocaína de segunda extracción, con tres hornos, y que estaba preparado para recibir y tratar gran cantidad de sustancia estupefaciente.

Los narcotraficantes se valían de determinadas sustancias químicas encaminadas a revertir el proceso con el que, previamente, habían convertido la cocaína en una sustancia líquida o en un bloque sólido a fin de intentar esquivar a los agentes antidroga en la aduana.

Los investigadores realizaron cinco registros en València, Riba-roja del Turia, l'Eliana, Chella y Canals donde intervinieron casi doce kilos de cocaína, 700 kilos de precursores, 58 gramos de anfetamina, 48 gramos de metanfetamina y 77 gramos de marihuana. Además se incautaron de unos 5.000 euros, una prensa hidráulica, tres moldes para droga, planchas con diferentes logos, tres balanzas, una máquina de contar dinero, una máquina de envasar al vacío, tres secadores artesanales, 20 teléfonos móviles y una escopeta de cañones recortados.

Durante las investigaciones, los agentes averiguaron la identidad de los sospechosos así como sus domicilios, y observaron que en diversas ocasiones habrían comprado varias balanzas, un molinillo y productos químicos, lo que hacía pensar que el citado chalé de Riba-roja podría estar siendo utilizado como laboratorio para corte o extracción de droga, según informaron fuentes de ambos cuerpos policiales en una rueda de prensa conjunta, a la que asistieron el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues; el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Amador Escalada; y el comisario principal de la Jefatura de Valencia, Miguel González Defez.

La entrada en el chalé de Riba-roja se produjo a principios de febrero cuando los agentes localizaron un laboratorio de extracción secundaria de droga. Allí intervinieron cuatro kilos de cocaína ya procesada, 700 kilos de precursores, una prensa hidráulica, moldes, logos, planchas para realizar paquetes y unos 3.000 euros. Posteriormente, los policías realizaron un registro en el domicilio de uno de los ahora detenidos e intervinieron otros siete kilos de cocaína, embalados y empaquetados.

Los cuatro arrestados, de entre 34 y 61 años, son tres españoles y uno colombiano. Este último era el llamado «cocinero» de la droga, ya que su función era la de reconvertir la sustancia líquida o sólida en clorhidrato de cocaína.