"Yo hago de todo", explica Josep Hernández, acomodador de los cines Lys de Valencia. "Desde decirle a la gente dónde se tiene que sentar hasta vigilar que se porten bien", matiza este valenciano con vocación de actor y de director de cine. Pero él mismo reconoce: "De mi afición al cine no se puede vivir y hay que ganarse la vida", así que todas las tardes acomoda a los espectadores frente a la gran pantalla. Aunque este viernes ningún popular director de cine será quien deleite a los asistentes, sino que será el mismo Josep Hernández. El próximo 15 de julio a las nueve de la noche se estrena su cortometraje Cuestión de razones en La Sala Carolina de Valencia.

Cuestión de razones pretende poner en jaque los estereotipos y denunciar que se juzga sin conocimiento. "El cortometraje refleja el papel que cada uno tiene en la vida y que éste puede cambiar de repente", comenta Hernández. El protagonista del corto, un chico llamado Jaime, lleva una vida "normal" sin apenas preocupaciones y "así parecía que iba a ser durante toda su vida", puntualiza. Pero todo cambia cuando su hermana le informa de que la salud de su madre corre peligro. La familia necesita una gran cantidad de dinero para operarla inmediatamente y no tienen suficientes ingresos. Jaime se ve obligado a dedicarse a la prostitución. El personaje entra en un mundo desconocido para él. Chaperos, travestis y prostitutas protagonizan este drama inspirado en hechos reales.

Un rodaje breve e intenso

Ganas, ilusión y no más de 600 euros hicieron falta para sacar adelante este proyecto. Hernández señala que él es el director pero que es gracias a sus amigos que este filme podrá ver la luz. "Entre todos ha sido posible", afirma este prometedor director de cine. Además, señala que ninguno cobró.

Un día en el puerto de Valencia, otro en el río y la mayor parte de las horas en un piso de Mislata, así es como se rodó el corto, "con mucha flexibilidad y en tan solo 5 días", recuerda. Al estreno se esperan más de 200 personas. Una vez se baje el telón, Hernández volverá a acomodar a la gente hasta la próxima aventura, ya que su afición no descansa y Cuestión de razones podrá volver a emitirse en algún concurso o festival de cortometrajes.