El escritor y profesor valenciano Martí Domínguez revive la violencia de los años 1940 y 1950 a manos de la Guardia Civil y los maquis en las masías de montaña del Maestrat valenciano en la novela La sega (Proa), en la que un niño es testigo de la violencia, los miedos y secretos de los años más oscuros del franquismo. Domínguez explica que su historia atraviesa la «barbarie y el fuego cruzado» entre la Guardia Civil y los maquis, y está basada en hechos reales, con los que él dio al comprar una casa en la zona del Penyagolosa (Castellón) y encontrar una pistola Mauser de la guerra. «Empecé a tirar del hilo y poco a poco fui entrando en que allí se mataron unos a los otros», asegura Domínguez, que ha querido huir de la imagen de que unos son buenos y otros malos.

El autor aporta una visión del mundo interconectado de los masovers, «donde vivía más gente que en los pueblos», y da una explicación histórica a su desmantelamiento. «La despoblación actual del Maestrat es consecuencia de estas historias de violencia» afirma, apenado por ver que masías habitadas desde el 1700 hayan quedado totalmente abandonadas, incluso con armarios llenos de ropa como si sus propietarios hubieran huido.