La Generalitat ha previsto para 2019 la apertura de las nuevas salas del Museo de Bellas Artes de València para acoger exposiciones «muy emblemáticas» y con obra inédita que se restaurará a lo largo de 2018, según ha anunciado el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona. Girona adelantó ayer que, aunque el plan museológico no estará redactado hasta entrado el próximo año, sí se puede avanzar que el San Pio V contará con «una exposición permanente mucho más completa porque se incorporarán buena parte de los fondos que estaban en los almacenes» y que «habrá un hilo expositivo en el que se compagine la historia del arte valenciano y la internacional», algo que ya apuntó hace ahora un año el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo.

En enero de 2017 se presentó la finalización de la quinta fase de recuperación del San Pio V, con salas sin cuadros ante la demora del plan museológico, y se anunció la creación de una comisión de técnicos de la pinacoteca y del Ministerio de Cultura para avanzar en la puesta en marcha del proyecto expositivo. Un año después, Girona ha asegurado en una entrevista que a principios de este 2018 estará lista la licencia de actividad, y que a partir de ahí se va a trabajar para «la puesta en funcionamiento de un nuevo museo, que no tendrá nada que ver con lo hemos conocido». Según el secretario autonómico, el museo de Bellas Artes del futuro va a ser «absolutamente diferente, la gente no lo reconocerá».

El primer puntal del museo debe ser la puesta en marcha de un proyecto expositivo completo. A este respecto, Girona avanza en la entrevista que se ha llegado a «un cierto acuerdo» entre el Ministerio de Cultura, titular del Museo de Bellas Artes, y la Generalitat, que lo gestiona, sobre el plan museológico que el gobierno valenciano reclama desde 2016 después de que la administración central pusiera objeciones a su primera propuesta al considerarla «excesivamente valencianista».

Cuando en enero de 2017 se dieron por concluidas las más de tres décadas de obras de rehabilitación y recuperación del Museo de Bellas Artes, el director de la pinacoteca, José Ignacio Casar Pinazo auguraba que si Madrid daba luz verde a ese plan, el «nuevo museo» podría estar listo a finales de 2018 o principios de 2019.

Ayer, Girona reconoció que a la conselleria de Cultura le hubiera gustado que el proceso para la redacción del plan museográfico fuera más rápido pero el Ministerio no prevé acabar esto al menos hasta 2019. Por ello, el secretario autonómico explicó que aunque en ese año aún no se aplique el plan museográfico definitivo que marcará la distribución permanente, la intención de las autoridades valencianas es «hacer en 2019 algunas exposiciones temporales en el nuevo espacio muy emblemáticas para inaugurar las salas».

Así, en este inicio a medio gas se prevé poner a la vista del público obra inédita, como, por ejemplo, «fondos afectados por la riada y que no se han expuesto nunca», por lo que se está trabajando para restaurar a lo largo de 2018 «muchas de las obras que tenemos y poder comenzar a exponer en 2019».

Preguntado sobre si Joaquín Sorolla seguirá ocupando un lugar destacado en la futura disposición del centro cultural, Girona manifestó que «lo más serio» es que sean los técnicos especialistas quienes establezcan en el plan museográfico el lugar que ocupará cada autor aunque se ha mostrado convencido de que «habrá propuestas interesantes sobre los grandes pintores que tenemos ahí, como Sorolla o Pinazo, entre otros».

«No me gusta como político mezclar mis inquietudes con la acción expositiva del museo -afirma el secretario autonómico a este respecto-; en el pasado ha habido una tentación del PP de buscar aquellos artistas valencianos de más renombre para creara más visitantes, pero corresponde a los técnicos decir cuáles son los artistas que quedarán colgados en cada una de las salas. Además, el Ministerio también tendrá que decir alguna cosa, ya que es el propietario de los fondos».

Sin «máxima autonomía»

Donde al parecer la Generalitat no ve cumplidas sus pretensiones es en el modelo de gestión. La conselleria que dirige Vicent Marzà siempre ha reclamado la «máxima autonomía» jurídica al museo, que a su entender pasa por una fórmula del consorcio entre las administraciones autonómica y estatal, junto a la Real Academia de San Carlos. Pero ayer Albert Girona reconoció que en la cuestión del modelo institucional «se ha avanzado muy poco», porque «el Ministerio tiene varios museos provinciales y parece que no quiere dar soluciones diferentes».

No obstante, Girona ha hecho notar que en Cataluña o País Vasco sí ha habido una reconversión, así que ha apuntado que «lo ideal sería avanzar e un diálogo franco con el Ministerio para dotar a este museo, que no es cualquier museo sino uno de los más importantes de España, de más autonomía».

Finalmente, ha comentado que la Generalitat «tiene la voluntad» de hacer un concurso público para el cargo de director de la pinacoteca -que actualmente desempeña José Ignacio Casar Pinazo- pero que «topa con el modelo institucional». «Mientras no modifiquemos estatutos no tenemos la posibilidad de sacar un concurso abierto y público, no es un espacio solo nuestro, sino que compartimos con la Academia y el Ministerio».