El vicepresidente de la Generalitat Valenciana, José Císcar, aseguró ayer que el gobierno autonómico no es el avalista del préstamo (81 millones de euros) de la Fundación Valencia CF con Bankia mientras no se lo indique un juez. Una afirmación que mantiene firme una semana después de pronunciarla en la misma sala, pese a que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) diga lo contrario. Para esta institución, el aval de aquel crédito con el que la Fundación asumió la mayoría accionarial del club tras la ampliación de capital de 2009, sigue siendo válido y sólo podría quedar suspendido si una de las partes expresamente lo solicitara, "mediante una ejecución provisional de la sentencia o medida cautelar". No piensan lo mismo en el gobierno valenciano, que nunca se ha planteado recurrir la sentencia que anula su aval al verse liberado de una carga. Fue Bankia, principal perjudicada, la que recurrió aquella sentencia.

Císcar dejó clara ayer la postura del Consell en este enmarañado asunto jurídico. "La Generalitat no es avalista del Valencia salvo que se lo diga un juez", dijo en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell. El portavoz de la administración autonómica insistió en que la única sentencia que hay exonera al Gobierno valenciano de asumir el mencionado aval y en que hay que esperar para saber qué sucede con el recurso de Bankia a ese fallo judicial.

Será el tiempo, en concreto tres meses y diez días, el que ponga a cada uno en su sitio. El plazo para que el banco cobre el próximo plazo de intereses (4,8 millones) vence el próximo 27 de agosto. Císcar aseguró que si la Fundación Valencia CF y Bankia no encuentran una solución para saldar la deuda pendiente, la Generalitat encargará a sus servicios jurídicos que busquen fórmulas para evitar hacer frente al pago del próximo vencimiento.

Como todos los viernes desde que el Consell pasó a ser considerado propietario del Valencia -pese a que no se ha llegado a ejecutar aquel aval- , los asuntos de Mestalla capitalizaron la comparecencia del vicepresidente en el Palacio de Fuentehermosa. Los últimos acontecimientos -las dimisiones de Manuel Llorente, primero, y de Federico Varona, después- agitaron una situación que se ha calmado con la firma de la paz entre el patronato y el club. "Varona tenía sus motivos personales para dimitir y yo ahí no puedo entrar", dijo Císcar sobre la persona en la que confió, sin éxito, para llevar las riendas del máximo accionista. Al mismo tiempo, reconoció que tenía fe en la democratización del Valencia. "Una cosa es lo que yo piense de forma personal y otra lo que se pueda hacer", indicó.

El vicepresidente del Consell expuso que en el caso de que todo este proceso desemboque en la venta del Valencia, la Generalitat no tendrá participación alguna en el proceso y que serán el Consejo de Administración de la entidad, la Fundación y Bankia los que decidan. "Si viene un comprador, desde la Generalitat le vamos a decir que no tenemos nada que ver. Deberían hablar con el Valencia, con la Fundación y por supuesto con Bankia, que es la entidad que tiene pignoradas las acciones y por lo tanto tendría mucho que decir en ese hipotético escenario", comentó al respecto.

Císcar elogió al actual vicepresidente de la Fundación, Aurelio Martínez, exconseller de Economía con el PSPV. "Es una persona muy preparada para asumir el cargo, en el caso de que finalmente la mayoría del patronato así lo decidiera.