Oliva, cuna del raspall, acogerá mañana domingo, a partir de las 11,30 h. la segunda de las citas de la final del Trofeu Diputació, la liga profesional de esta especialidad. La partida será ofrecida por LevanteTv a partir de las 17 horas.

Lo hace en un trinquet espléndido que aporta a esta modalidad, y al conjunto de nuestro deporte, una imagen de modernidad. Ha costado lo suyo el disponer de un recinto que dignifica el Joc de Pilota porque ha sido una obra levantada en varias fases y en varios años. La afición de esta población, patria que ha sido de legendarias sagas y figuras de primer nivel, disfruta ahora de una instalación vanguardista.

Mañana lo hará con una de las grandes partidas: la final del campeonato por equipos. Y lo hace además con un cartel que combina juventud y veteranía: Ian de Senyera, Moro de Alcàntera y Miravalles de Genovés contra Ricard de Villanueva de Castellón, Sanchis de Montesa y Roberto de Alzira.

Puede ser la partida definitiva, la que permita alzar el trofeo a los primeros, o puede ser que hayamos de asistir a una tercera entrega que también sería en este mismo trinquete dentro de ocho días si la formación encabezada por Ricard consigue neutralizar la victoria de Ian el pasado sábado en Bellreguard. Allí venció el trío del resto de Senyera por 25 a 15 pero fue una confrontación jugada de poder a poder, una excelsa muestra de la atracción del raspall. Quienes tuvieron el privilegio de asistir coinciden en señalar que esa victoria no conlleva que los vencedores partan como favoritos para la partida de mañana.

Todo puede ocurrir. Ninguno de los protagonistas se ve como favorito. Sin embargo hay un hecho significativo: el trío de Ian ha ganado todas las partidas de la competición. En caso de proclamarse campeones redondearían una trayectoria de ensueño, para la historia.

Maestro y discípulo, juntos

José Francisco Boscà, Moro, ha cumplido los 45 años. Ha anunciado que ésta será su última participación en competiciones oficiales. Mañana jugará acompañado de varios de sus discípulos, de esos a los que, desde su tarea en la escuela de tecnificación federativa, ha sabido transmitirles su espíritu ganador y su maestría. Y su pasión por este deporte. Es el caso de Ian, de Sanchis y de Roberto.Moro era el número uno de los «mitgers» profesionales cuando la protesta contra El Zurdo de Gandía. Aquello tuvo como consecuencia su abandono del mundo profesional y su acceso al mundo de los clubes donde recuperó todas las ilusiones al conquistar varios títulos autonómicos con Rafelbunyol.

Fue una época inolvidable del torneo con figuras como Lluisset, Moro o Roberto. En esas competiciones recuperó las ganas de seguir adelante. Cuatro años después de aquel amago de huelga, Moro volvió a recuperar el protagonismo en las grandes citas profesionales.