Aire fresco para el Valencia Basket en un momento delicado. Txus Vidorreta respiró ayer en la vuelta al trabajo del equipo tras poder contar con Dubljevic y Abalde en la sesión de entrenamiento preparatoria para el trascendental duelo del viernes ante el Estrella Roja. Ambos jugadores estarán lejos de poder aportar todavía el máximo, pero su entrada en la rotación se antoja como un estímulo necesario en una plantilla que no tiene el depósito de energía lleno.

La presencia de Dubljevic se antoja vital no solo por su aportación en pista, en la que podrá dar descanso Pleiss y liberar así de más responsabilidad de la debida a Hlinason, sino por su peso dentro del vestuario. El montenegrino ha sido víctima de un calendario poco condescendiente con los internacionales y que apenas le impidió parar tras haber jugado el Eurobasket con Montenegro. Con la intención de acoplarse cuanto antes a la pretemporada «taronja», Dubljevic jugó mermado por una molesta tendinitis en el talón de Aquiles. Los servicios médicos decidieron parar al pívot el pasado 19 de noviembre por temor a una lesión más grave. En total se ha perdido cinco encuentros entre la Euroliga y la ACB. Abalde, por su parte, sufrió el 19 de noviembre una microrrotura fibrilar en el tendón del cuádriceps izquierdo, una dolencia que ya le impidió jugar la Supercopa y las dos primeras jornadas de liga. El gallego no ha participado en diez partidos repartidos entre la competición doméstica y la europea.

Latavious Williams partió ayer hasta Dallas, donde va a continuar con la recuperación de la fractura por estrés de su tibia derecha. Sin debutar todavía esta campaña su vuelta está prevista para el 15 de enero. Esa fecha marcará el futuro del pívot de Starkville.