El Banco de Valencia utilizó una sociedad instrumental para asumir activos tóxicos y deudas de los promotores Salvador Vila y la familia Soler con el objetivo de «limpiar su balances» sin contar con garantías suficientes que evitasen un perjuicio a la entidad. La documentación incluida en la querella presentada en la Audiencia Nacional por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) recoge que la sociedad Valenciana de Viviendas sirvió en 2008 para subrogar deuda que la mercantil Urbanas de Levante (del expresidente del Valencia CF, Juan Soler) tenía con el Banco de Valencia. Lo hizo mediante la adquisición de terrenos en el Vergel y el barrio valenciano de Patraix que los peritos contratados por el FROB consideran «ilíquidos» porque se sobrevaloraron (el suelo de Patraix un 33 %, según los informes remitidos a la Audiencia) o porque estaban condenados a perder valor «progresivamente».

En 2010 se realizó una operación similar con la empresa promotora de Salvador Vila. «Vendió una serie de fincas a Valenciana de Viviendas, subrogándose esta la financiación, que también estaba contratada con el Banco de Valencia», dice la querella del FROB.

Según la acusación estas operaciones se realizaron sin respetar los procesos internos del banco y con la intervención «atípica y directa» del que era consejero delegado de la entidad y ahora imputado en la causa Domingo Parra. «El sentido de la operación era exclusivamente trasladar cargas» de los promotores al Banco de Valencia. El informe pericial remitido a la Audiencia Nacional cifra el impacto económico en 137,4 millones de euros y el perjuicio generado en los balances del banco ahora en manos de Caixabank en 47,4 millones de euros.

Estas operaciones se produjeron cuando la inversión de más de 71 millones de euros en la Reva ya se había bloqueado. Poco antes, la familia Soler y Vila habían obtenido 56 millones de euros en dividendos de la firma Nou Litoral, financiada mayoritariamente por el Banco de Valencia a través de líneas de crédito.

Víctimas del pinchazo inmobiliario

Pese al volumen millonario de las operaciones y los beneficios obtenidos en esos años, ni Vila ni Soler han logrado escapar de los problemas económicos tras el desplome de la actividad inmobiliaria. El primero ha evitado el concurso de acreedores de su matriz Salvador Vila Sl, pero acumula perdidas de casi 50 millones de euros. Por su parte, Juan Soler, que se vio envuelto en operaciones millonarias fallidas con el Valencia CF, se ha visto forzado a liquidar su matriz Urbanas de Levante y arrastra problemas económicos importantes.