Más de 60 voluntarios de las fundaciones Oceanogràfic y Aguas de Valencia, en coordinación con el Ayuntamiento de Manises y la Fundación Limne, han limpiado y recogido 700 kilos de basura en la ribera del río Túria, a su paso por la localidad.

Según ha informado AVANQUA en un comunicado, los voluntarios, además de la recogida de 70 bolsas de residuos y la eliminación de cañas invasoras, han plantado arbustos y árboles autóctonos y han realizado seguimiento de galápagos y murciélagos, así como tareas de inspección del estado ecológico del río Túria.

En esa línea, también han construido refugios para murciélagos y han analizado el índice biológico de macroinvertebrados que viven en este ecosistema.

Este proyecto, iniciado hace dos años, finalizará con la recuperación del ecosistema ribereño original, afectado por especies invasoras y la contaminación.

La presidenta de AVANQUA, Celia Calabuig, ha declarado al respecto que "el interés e ilusión demostrada por nuestros voluntarios para recuperar el río Túria es una muestra evidente de que la sociedad requiere del compromiso de todos".

Además, ha comentado que desde la Fundación Oceanogràfic quieren "contribuir tanto a la conservación y divulgación medioambiental como a la recuperación de espacios naturales afectados por la acción antrópica, como la ribera del Túria".

"Nuestra presencia hoy aquí y en el futuro, junto a la Fundación Aguas de Valencia, evidencia nuestra voluntad de poner al servicio de toda la sociedad nuestro conocimiento científico y nuestro esfuerzo por conseguir un mundo más sostenible", ha añadido.

Calabuig ha señalado asimismo que "los resultados de la calidad del agua han evidenciado que, aun siendo de una calidad moderada, es preciso llevar a cabo una acción conjunta y coordinada por parte de todas las administraciones y los agentes sociales para recuperar la riqueza natural de nuestro Túria".

La iniciativa de ambas fundaciones, en coordinación con la Fundación Limne, pretende, paulatinamente, recuperar diversas áreas del río, afectadas tanto por la acción antrópica como por la invasión de especies alóctonas que inciden negativamente en este ecosistema de ribera.

Desde que se iniciaron los trabajos de los voluntarios se han eliminado especies invasoras como la "Arundo donax", se ha trabajado para reforzar la comunidad de helófitos y se han plantado otras especies vegetales autóctonas, como los lirios, más adaptadas al medio.

Complementariamente, a lo largo de estos meses de actividad y una vez recuperada la biodiversidad en algunas zonas donde se han desarrollado los trabajos, los voluntarios han podido realizar diversas labores como el seguimiento de especies, indican las mismas fuentes.