Esto tal vez a las personas de orden les suene chusco, aunque me consta que para las personas de mente desordenada no resulta tan ajeno, y es que a mí el Dioni me mola, le encuentro un tipo cachondo, vividor y, como decía el doctor Aníbal Lector, creativo. El Dioni trabajaba de guardia jurado (como Rocío en sus tiempos) e iba repartiendo pasta de aquí para allá y como todo lo bueno se pega decidió que se le iban a pegar 200 kilos; total, quién lo iba a notar, si era de los bancos, con la pasta que tienen; total…

Así que, pensó Dioni, «como quien roba a un ladrón etc. etc. aquí no va a pasar nada», de eso ya se encargará quien se tenga que encargar. Y dicho y hecho, no sé cómo lo hizo, eso es lo de menos, pero un día despistó los dos kilos y se fue a Argentina con ellos, el tío. Se fue a Argentina, y para despistar se compró un bisoñé como Warhol, pero con menos glamour para no llamar la atención, se cambió un ojo que se le iba un huevo (el ojo digo, no el huevo), y para rematar grabó un disco no sé si de boleros o de reguetón o de qué coño, pero el tío despistar despistó, que es de lo que se trataba.

Aquí un inciso, la gente bienpensante, que no se suele enterar de nada, ve equivalente el caso Dioni el caso Roldán, y no tienen que ver. Primero, el Roldán es un cenizo, un mezquino, un gilipollas que se va de putas con unos calzones de corazoncitos desprecia a las putas, desprecia a los corazoncitos y se desprecia a si mismo, el anormal. Y dos, Roldán no robó a ningún banco, robó a todos los españoles. Mi padre decía siempre que los hombres se dividían en hombres, homenets, monicacos y cagamandurrios. Sin llegar a lo último, creo que todos los españoles, la justicia española y el Gobierno español quedaríamos como monicacos si no se le hiciera devolver a Roldán todo lo que tiene escondido.

Volviendo a el Dioni (que es que ya me estaba encendiendo) que es lo guapo de esta columna. Va el Dioni y a pesar de su disfraz perfecto le pillan y de vuelta pa España. Lo juzgan y no hallan nada, ¿Qué iban a hallar? Y no sé si fue a la cárcel, pero si fue, seguro que allí la armó, como Mario Conde, que es otro crack. Bueno, pues salió (creo) y se volvió a Argentina y decidió ser el presidente, y con el nombre de Mario Kirchner ganó las elecciones (fíjense, que aunque maquillado para las fotos, se nota que es él) luego se ligó a una cachonda que dice que todas las noches se come un cerdo para follar mas y mejor, y luego, para despistar aún mas cambian los papeles. Y allí sigue el tío, poniendo orden. El Dioni, macho.