El expresidente balear Jaume Matas y el arquitecto e ingeniero valenciano Santiago Calatrava andan en manos de la justicia porque ni el primero convocó ni el segundo ganó el concurso que la Fiscalía cree que se debió celebrar para diseñar y construir el frustrado palacio de la ópera de Palma. Por suerte para muchos, esa Fiscalía sólo trabaja en Mallorca. Si cruzara a tierra firme, justo enfrente, Lerma, Zaplana, Olivas, Camps y, por supuesto, el genial artista de Benimàmet no saldrían de la Ciudad de la Justicia. La primera obra de Calatrava en Valencia, el puente 9 d´Octubre, la pagó Continente (hoy Carrefour) por imposición municipal y sin concurso, como no han tenido ninguna de las demás encargadas por la Generalitat: puentes, cines Imax, palacios de la ópera, Ágoras... Y no pasa nada. Las obras de arte no se diseñan por concurso. La ciudad presume de Calatrava porque sería otra, más fea, sin su genio. Otra cosa son los sobrecostes. ¡Ahí sí, fiscal!