En el barrio de Benicalap, junto a las vías del tranvía, tenemos una de esas joyas de nuestra historia, de nuestro patriomonio, que caen víctimas de la ruina y de la desidia institucional. Es la fábrica La Ceramo, que evoca las arquitecturas árabes, y de la que salieron los materiales cerámicos de la Estación del Norte y de muchos otros edificios relevantes del modernismo valenciano.

También fue uno de los últimos lugares de producción artesanal de las cerámicas de reflejo metálico, de nuestra tradición medieval alfarera valenciana. Recientemente, los socialistas, junto a la Associació de Veïns Benicalap-Entrecamins, hemos acudido frente a sus puertas para exigir al Ayuntamiento que definitivamente adquiera en su totalidad este bien cultural e histórico para el patrimonio público, lo restaure y dedique a usos socioculturales para el barrio. Pero sobre todo, a plantear propuestas claras sobre La Ceramo, debatidas y consensuadas durante meses con la Associació de Veïns, artesanos ceramistas y arquitectos, técnicos y universitarios comprometidos. En primer lugar, planteamos que la rehabilitación se debe llevar a cabo dando trabajo y formación a los parados del barrio, mediante una Escuela Taller. La cultura y el patrimonio cultural no son sólo un derecho ciudadano y un bien en sí, son o deben ser motor de economía y empleo sostenibles y de calidad.

En segundo lugar, planteamos la puesta en marcha del Espai Cultural La Ceramo, que de cabida a actividades formativas relacionadas con el mundo de la cerámica, en interacción con las universidades valencianas y con el artesanado cerámico, a un área de exposiciones permanentes y temporales con fondos del Museo Nacional de Cerámica González Martí y con relación a la historia del edificio, desde una visión de museo vivo en interactivo con la ciudadanía, y a toda una serie de usos que fomenten la actividad cultural en el barrio y del barrio.

Pero entendemos que la cultura, como derecho ciudadano y humano, debe entenderse desde planteamientos democráticos, por lo que el impulso a la autogestión popular, ciudadana, de la cultura es fundamental. Así, entendemos que la participación de las entidades vecinales, en la construcción del nuevo proyecto para La Ceramo y en la gestión del futuro Espai Cultural La Ceramo debe ser el alma de la propuesta. Sentémonos pues a debatir, a poner en marcha ideas, compartir planteamientos y darle forma y cuerpo a las propuestas que queremos para La Ceramo, Benicalap y Valencia.