El corredor mediterráneo será en 2015 el primer eje ferroviario de toda España por el que todo tipo de trenes (cercanías, mercancías, media y larga distancia) circularán en ancho europeo (1,435 mm). De hecho, entre Castelló y Tarragona sólo podrán circular este tipo de trenes por lo que todos los operadores ferroviarios públicos y privados deberán adaptar sus vagones y lomocotoras al nuevo ancho. Esta mejora, reivindicada desde hace más de una década en la Comunitat Valenciana (aunque no por todos y no con el diseño actual, ya que la situación «ideal» era tener doble plataforma con los dos tipos de ancho) puede acabar aislando el Puerto de Valencia si no se garantiza un acceso en ancho ibérico desde el norte a la zona portuaria. Porque puede suceder que algunos operadores ferroviarios privados aún no estén dispuestos a ejecutar la elevada inversión para actualizar su flota de trenes al ancho europeo y decidan decantarse por el Puerto de Barcelona, que sí dispone de buenos accesos en los dos tipos de ancho ferroviario. Así que el Puerto de Valencia necesita, de forma urgente, un plan «B», para no perder cuota de mercado en el transporte ferroviario. La alternativa ya existe. Se trata de la propuesta de la Generalitat para mejorar, con un presupuesto de bajo coste de 42,8 millones de euros, la línea Sagunt-Teruel-Zaragoza, para que se reactive el tráfico de mercancías. Una mínima inversión que permitiría aumentar la capacidad de carga (limitada a 20,5 toneladas por eje), suavizar pendientes y rentabilizar esta línea sin electrificar, con limitaciones de velocidad a 28 y 53 kilómetros por hora en algunos tramos y sin circulaciones nocturnas. Sería deseable que la línea Sagunt-Zaragoza estuviese modernizada en 2015, para que fuera la alternativa en ancho ibérico para el Puerto de Valencia. Pero las inversiones previstas por el Ministerio de Fomento no permiten, por ahora, ser muy optimistas.