El pasado fin de semana nos cruzó desde el SE francés un embolsamiento de aire frío en altura el cual generó una borrasca que, gracias al potente flujo de vientos húmedos de levante que desarrolló, dejó cantidades significativas de precipitación en las comarcas centrales valencianas y supuso un verdadero riego de socorro para la vegetación de la mitad sur de la Comunidad Valenciana. Con acumulados generales de alrededor de 50mm y picos de cerca de entre 150 y 200mm, tal y como se puede apreciar en los mapas generados en la web de AVAMET a partir de los datos de dicho portal. Pues bien, esta misma borrasca se ha ido situando durante el principio de la presente semana entre Marruecos y las Islas Canarias y desde esta ubicación también nos va a marcar el tiempo durante hoy y mañana, pero con un fenómeno muy diferente al del fin de semana, hablamos de la calima.

La calima no es más que una nube de finas partículas de polvo Sahariano que enturbia el cielo, dándole un aspecto opaco de color amarillento u ocre que nos viene a recordar lo cerca que vivimos del mayor desierto no helado del planeta. Y es que no es necesario más que el impulso de una borrasca de no muy grande tamaño sobre Marruecos para hacernos llegar los ecos de los vientos sobre las arenas del Sahara. Por suerte parece que no será una irrupción muy potente y duradera y ya mañana a mediodía el cambio de vientos a componente norte hará retroceder de nuevo esta masa Sahariana haciendo bajar las temperaturas nuevamente y tal vez, gracias al toque marítimo de los vientos que ayer se vinieron modelizando por parte de los modelos numéricos de predicción consultados, vuelvan las lluvias a la mitad sur de la comunidad Valenciana, aunque eso sí esta vez de forma más débil pero con la cota de nieve más baja. Pudiendo quizás bajar la cota hasta los 400-500 metros de forma puntual en las comarcas centrales de la Comunidad Valenciana.

Parece ser pues que la dinámica meteorológica ha cambiado un poco y los secos ponientes y mistrales sempiternos de este otoño y lo que llevábamos de invierno han dado paso a un tiempo con más variantes favorecedoras de lluvia, al menos en parte de la Comunidad Valenciana. Falta nos hace atendiendo al déficit hídrico que muchas de las comarcas venimos arrastrando los últimos meses, con un otoño -estación típicamente más lluviosa por la zona- que resultó ser realmente seco.