La pedanía del Faro de Cullera ha sido, a lo largo de muchos años, la gran olvidada. Posiblemente por su emplazamiento justo al lado del mar y por la característica propia de poseer el único acantilado de la provincia de Valencia, es una zona muy dañada por los diferentes temporales. La erosión del mar y los efectos de los mismos temporales provocaron en 2013 la aparición de dos boquetes en la escollera de la Isla de los Pensamientos de Cullera. Entonces, se abrió un litigio entre Costas y el ayuntamiento para determinar quién debía afrontar la reparación. Mientras, la carretera amenazaba con hundirse y los vecinos estaban alarmados. Ante la indecisión y dada la urgencia de la situación el nuevo gobierno municipal ha decidido tomar cartas en el asunto y ha procedido a la reconstrucción para evitar daños mayores, con cargo a la partida del Plan de Inversiones sostenibles de la Diputación.Recientemente, se han llevado a cabo las obras de relleno del muro de la rampa de acceso con mampostería mezclada con hormigón hasta restituir el estado original. Además, se ha reforzado la defensa contra temporales con la ejecución de una escollera de protección delante del muro reparado.

La existencia de los boquetes había generado preocupación entre los vecinos de la zona, donde se alzan grandes bloques de edificios frente al mar. La actuación ha tenido un coste de 15.000 euros y se enmarca en un plan de actuación de mejoras por barrios que está llevando acabo el consistorio. En la zona del Faro el gobierno cullerense ha atendido en pocos meses algunas de las principales reivindicaciones vecinales. En breve, se iniciará otra obra muy demandada consistente en la instalación de una valla de protección en el tramo peatonal que discurre entre el hotel Sicania y la zona de los Olivos.