Cuando en 1916 Ricard Escrivà Talens era alcalde de Carcaixent, nada le indicó que las 3.600 nuevas hanegadas de naranjos plantadas serían el argumento definitivo que le daría al municipio el título de ciudad. Han pasado cien años de aquellos hechos, definidos por el entonces alcalde como «auténtica revolución de la economía local», que ahora están más presentes que nunca en lo que podría ser, en palabras del actual alcalde, «un trampolín para el crecimiento de la ciudad».

Toda la ciudad se ha volcado en el desarrollo de todos los actos del centenario y de la próxima Feria Modernista, y es por ese esfuerzo de los diversos colectivos sociales que Paco Salom considera que acabará siendo «todo un éxito».

No es para menos, ya que el Ayuntamiento de Carcaixent ha presupuestado en 95.000 euros todos estos actos conmemorativos. Aunque para el alcalde esto es una inversión: «Se ha dedicado mucho a publicidad, hay anuncios de nuestros actos tanto en los autobuses de Valencia como en la Estació del Nord».

Además, la presencia de la diputada de Turismo, Pilar Moncho, ha servido para confirmar el apoyo económico de la Diputació con 50.000 euros: «El centenario de una ciudad es un hecho singular, por lo que la Diputació hace una excepción excediendo el máximo que suele conceder en materia de subvenciones», concluyó.