El pacto de gobierno conservador de Sueca integrado por Compromís y GISPM la ha vuelto a liar, ahora con la puesta a la venta de las entradas para poder ver el Piromusical sentado en el Estadi Municipal Antonio Puchades. Los de casa, los de Sueca y sus playas, con matices, lo tendrán más barato. ¿Les suena a aquello de «los de casa, primero» que predicaba el grupo ultra conservador España 2000? Pues si no es lo mismo, sí guarda cierto paralelismo.

No es que el precio sea una exageración y por tanto, la recaudación difícilmente resultará copiosa. Con dos euros por cada una de las 3.880 entradas que dicen han puesto a la venta para «los de casa», y cinco por cada unidad de las 1.308, insisto que aseguran, ponen a disposición del público «no residente», no llegarán a cubrir los gastos del espectáculo cuyo importe han silenciado. No es el precio sino el hecho.

Esta circunstancia se ha visto agravada por la consideración de «no residentes» de aquellas personas empadronadas en las entidades locales menores del municipio que son el Perelló y el Mareny de Barraquetes. No han sido considerados como «los de casa». Argumentan desde Compromís per Sueca, con la alcaldesa Raquel Tamarit a la cabeza, que ambas tienen transferidas las competencias en materia de fiestas. Y que además la mencionada cooperativa política Bloc-Iniciativa votó en su día (y se mantiene contraria) a que las juntas vecinales del Perelló y el Mareny sean financiadas con el 75 % de lo que se recauda en sus ámbitos de actuación. El 25 % restante se lo queda el municipio de Sueca para aquello que denominan gastos comunes.

Sucede esto cuando Compromís, como el resto de formaciones posicionadas al centro-izquierda del arco político, reclaman una financiación justa del Estado hacia al País Valenciano. Es decir, que el ministro Cristóbal Montoro y el PP son para el País lo que Tamarit, Compromís y GISPM para sus EELLMM.

También han aireado que el Perelló y el Mareny aplicaron el mismo criterio en recientes actividades de verano para empadronados y escolares de sus centros públicos. Visto así, ojo por ojo. Pero, ¿son comparables un par de las entidades menores al estadio municipal suecano, capaz para más diez mil personas?

«Juez con prisa, juez que yerra», «La prudencia nunca yerra» y «No hay que mezclar churras con merinas», dice el refranero popular. Por último, de sarcasmo resulta lo del socio más conservador del gobierno. Se autodenominan Grup Independent Sueca, Perelló i Mareny y, a la primera de cambio, les dan la espalda a las entidades sobre cuyo nombre se apoyan. ¿Hay algo más que aclarar? A buen entendedor€

Pues eso: los de casa, primero. ¡Y que viva España, coño! Con el permiso de Compromís per Sueca, claro.