Frío, irónico, solitario y poco amigable. Así era el Sherlock Holmes que Arthur Conan Doyle plasmó en cuatro novelas y una colección de relatos cortos entre 1887 y 1927. La última reencarnación del detective de Baker Street llega a los cines en la versión anciana de Ian McKellen, Mr Holmes.

El famoso Gandalf de El señor de los Anillos pone así su grano de arena a una larga y fructífera relación entre Holmes y el cine y la televisión, desde Buster Keaton a Guy Ritchie, que no siempre ha respetado la letra y espíritu del original. Estos son algunos ejemplos.

En 1922, John Barrymore ya encarnó a Sherlock en la película de Albert Parkert. Fue en blanco y negro y es la primera película que se conoce sobre el famoso detective.

Buster Keaton cogió el relevo en El moderno Sherlock Holmes en 1924, seguido de Basil Rathbone en El perro de los baskerville en1938, de Sydney Lanfield „fue la primera de las catorce películas en las que el británico intepretó al detective entre 1939 y 1946„. Más adelante fue Peter Cushing, que cogió el mismo título que la anterior para hacer la primera película de Sherlock en color en 1959.

Billy Wilder fue el siguiente en apostar por este personaje con Robert Stephens en La vida privada de Sherlock Holmes en 1970. Nicholas Rowe, con Steven Spielberg como productor ejecutivo reinventó el pasado de Sherlock como adolescente en 1985. Después llegó Sherlock Holmes (2009) con Guy Ritchie y Robert Downey Jr en Sherlock quien cerró el ciclo, abierto de nuevo este año.