Cada día se atreve a utilizar más palabras en castellano con sus compañeros, se esfuerza porque para la posición que ocupa sobre el césped la comunicación es vital. El día en que Mathew Ryan se presentó en la Ciudad Deportiva tras firmar su contrato sólo se atrevió a decir un «hola» en castellano, habló en inglés con Nuno y con Otxotorena. Su propuesta es esa, pero hasta ahora todo están siendo referencias positivas de sus compañeros. Le ven competir muy bien, en Brujas desempeñó un liderazgo impropio para su edad, ahora va a hacer lo posible para ser el portero titular del Valencia CF.
Más allá de haber puesto el candado en su portería en los dos partidos que jugó, sabe que es importante para la posición que él ocupa en el campo tener personalidad. Ser portero es singular, te diferencia del resto de compañeros, pero el buen cancerbero debe notarse. Levante-EMV ha charlado con Ryan, se le ve ilusionado y muy a gusto en el club con el que sueña alcanzar el objetivo de ganar algún título. No es fácil, pero su meta es clara. Y entre sus objetivos está dejar huella en el Valencia CF, y no quedarse en la anécdota que supone ser el primer jugador australiano que se enfunda la elástica blanquinegra. «De momento mi lenguaje es malo, llevó sólo dos semanas con mis compañeros, pero sé que un portero es importante que tenga personalidad, que hable mucho en el campo. Ahora mismo espero jugar y espero desempeñar un rol de líder cuando llegue el invierno. He de romper la barrera del idioma». Con Diego Alves lesionado, Ryan parte como teórico portero titular del equipo, con Jaume en la recámara junto a Yoel, al que el club espera encontrarle salida.
Uno de los aspectos que destacan en Ryan consiste en despejar cualquier signo de presión. A pesar de que le pilló por sorpresa la opción de dar ahora el salto a un club del nivel del Valencia CF, no le tiemblan las manos a la hora de atraer todos los focos al tener que sustituir a la mejor versión de Diego Alves. El cancerbero australiano reconoce que habla «mucho con Nuno y Otxotorena, me reúno con ellos y lo que me transmiten es que me relaje y esté centrado al máximo. Me han hablado de cómo quieren que juegue el equipo, ellos también están viéndome todo el tiempo en los entrenamientos para conocerme y si ven algo en lo que puedo mejorar me lo dicen. Como todo el staff técnico». ¿Qué le piden los técnicos? «Lo que hablamos está relacionado con la manera que quieren que juguemos, como es construir el equipo desde atrás. La idea es comenzar a jugar desde el centro de la defensa con Otamendi y Mustafi siempre que podemos, y si el rival no nos deja hacerlo por la presión, se opta por alargar al equipo».
Ryan es futbolista profesional, pero a él no le hubiera importado nada ser profesional del rugby, del fútbol australiano, del golf… Su sueño desde pequeño siempre fue ser atleta de élite, por eso, como él reconoce, en su adolescencia «jugaba a todo, pero el fútbol siempre fue el principal deporte para mí. Algunas veces practicaba el golf, cricket, rugby, tenis… muchos deportes». La organización con la que se dividen las competiciones en Australia lo convierten en una «nación muy deportiva. Es una de las principales potencias en cuanto a educación física, se vive el deporte a tope. Cuando eres niño y estás creciendo muchos deportes son populares y los tienes al alcance de la mano para poder jugar. En mi país en cada estación del año más o menos se practica preferentemente un deporte y cada uno de ellos es popular, por ejemplo, el rugby y el fútbol australiano se juega en un periodo de tiempo diferente al fútbol, es un modelo parecido al de EE UU. Ellos juegan al fútbol en verano y al rubgy en invierno, con diferentes equipos, pero a una persona le pueden interesar varios deportes y los puede seguir todos. Hay tantos deportes y a la gente le gustan tanto que se dividen por estaciones y se ha organizado la competición para que no se solape un deporte principal con otro y conseguir que los vea el mayor número de gente y así también lograr los mayores ingresos posibles. Ellos intentan adaptarlo».
Sus orígenes en el mundo del balompié fueron como jugador de campo. Tuvo un primer intento a los diez años cuando jugó media temporada bajo los palos, pero lo dejó, aunque a los 12 ya se colocó como el guardián de la portería hasta ahora. Nadie puede asegurar que sin el cambio no hubiera llegado a la élite, pero el padre de un amigo acabó colocándole en la rampa de lanzamiento del deporte profesional. «Recuerdo que volví a la portería porque una persona muy cercana a mi jugaba en un equipo federado y su padre me comentó si quería ser portero y le dije que sí, que por qué no. Fue allí y me gustó», asegura el guardameta, que admira al Arsenal, primer club con el que tuvo un flechazo. «Si he de elegir un club favorito te diría el Arsenal. Cuando era un niño era el primer equipo que recuerdo relacionado con el fútbol y fue una entrevista con Henry. A partir de ahí comencé a ver sus goles, y se convirtió en mi primer jugador favorito al ver ese vídeo. Fue un flechazo. A él no le conozco personalmente y espero hacerlo algún día», apunta, antes de añadir que «mi compañero Tim Cahill, que jugó en el Everton, lo ha hecho ahora con él en la MLS en el mismo equipo de Henry y le pregunté mucho por él».
Bajo los palos, Ryan siempre admiró a Iker Casillas, y en la etapa más reciente se fija mucho en el cancerbero Neuer, actualmente en las filas del Bayern de Múnich. Por su forma de ser, competitivo y abierto al aprendizaje continuo, el meta australiano añade que cuando fichó buceó en Internet para conocer también la etapa como guardameta de Nuno. «Cuando el Valencia se interesó por mí, vi y le busqué para ver dónde jugó tanto en España como en Portugal». Repasó muchas imágenes pero lo que a él no le despierta mucho interés, al menos a día de hoy, es coleccionar camisetas de fútbol, aunque tiene unas pocas.
La plantilla le ha impresionado
Cambiar el Brujas por el Valencia CF ha significado subir varios niveles. Al último fichaje en incorporarse le han impresionado varios jugadores de la plantilla: «Solo uno no te podría decir. Hay muchos jugadores buenos que tienen calidad, es la gran diferencia respecto al Brujas, me es difícil decir uno. Paco es muy rápido y buen finalizador, Rodrigo también un buen finalizador, Nico y Mustafi juegan atrás bien con la pelota, Enzo Pérez, Gayà…».
Es precisamente la calidad de los jugadores una de las grandes diferencias respecto al Brujas. «La calidad de los jugadores tiene un alto nivel, pienso que la liga belga es una buena competición para que los jóvenes empiecen, pero hay una gran diferencia en la calidad individual de los jugadores. España es una de las mejores ligas del mundo sino la mejor, y todos esperamos llegar a un club como el Valencia y mejorar, en cada posición hay entre dos y tres jugadores buenos». ¿Un sueño? «Hacer la mejor carrera posible», asegura Ryan, que «en el Valencia espero ganar trofeos y alcanzar el éxito, para eso juego al fútbol». En sus ratos libres, aparte de aprender castellano, al guardameta le gusta ver otros deportes como el rugby, la liga australiana es la que más me gusta, el golf o el tenis. Ahora, el siguiente paso es debutar en Mestalla, un estadio que le impresionó cuando fue a realizarse una sesión de fotografías, pero con el que espera disfrutar lleno de gente. Como disfrutó, antes de viajar a Kamen, comiendo una paella de marisco. «Me gustó mucho», asegura Ryan, que ha llegado al VCF para competir, y poco a poco poner la personalidad que tiene en beneficio del colectivo. En Brujas fue un líder y ahora quiere serlo en Mestalla.
