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El borde del área

Absolutismos

De todos los clichés que intencionadamente le coloca la prensa «nacional» a la afición del Valencia CF, hay uno del que no se habla casi y es el más llamativo

Absolutismos

Pero no el más llamativo aquí o allá, porque le pese a quien le pese, el aficionado al fútbol es a grandes rasgos igual en todas las latitudes. Pensar que un recinto en una ciudad pueda juntar a los 50.000 ciudadanos más exigentes del país, que en otro recinto se puedan dar cita los 40.000 más fieles, o que en otro estadio de cualquier lugar de España se dan cita los 90.000 más señoriales, es suponer un componente selectivo-genético que me parece tan ficticio en su suposición como estúpido en su planteamiento.

Pero sí hay algo que me llama la atención. Los bandos y las trincheras. Pero no como mayor empatía entre dos soluciones propuestas a una cuestión, si no por el hecho de que elegir una de ellas implique la adhesión total hacia lo elegido y el desprecio absoluto a la opción descartada.

Es como si te pusieran a elegir entre un plato de paella o una sopa, y por el mero hecho de elegir la paella tuvieras que odiar forzosamente el caldo. Error.

Esta semana lo hemos vivido con Kempes. Los mismos que lo mataron cuando dijo la temporada pasada lo de Gayà y el Madrid, piden ahora su canonización súbita por lo dicho sobre Nuno.

Durante las últimas semanas hemos asistido también a ese debate absolutista entre partidarios de Alcácer y de Negredo. Partidarios de uno negaban las virtudes del otro y viceversa. Ridículo. Porque el Valencia tiene a dos delanteros extraordinarios, cada uno con sus condiciones. Exigir a uno y negar al otro es de un pueril que tira para atrás. Otra cosa es pedirlos juntos. Creo que merecemos ver algún día a los dos delanteros. Aunque quien debe dar el paso no está por la labor.

Por último, comienza a ocurrir con el portero. Ahora resulta que el fichaje de Ryan sobraba y Jaume ya es Gian Luigi Buffon por 90 minutos estratosféricos en su debú.

Quien diga que no le aterraba afrontar la previa de la Champions sólo con Yoel y con Jaume, miente. El oportunismo de matar ahora al australiano sólo puede perjudicar al de Almenara. El absolutismo pedirá su cabeza si comete un error. En el fondo, es hacerle un flaco favor a un chico que tiene muy buena pinta de futuro y que completó un debú estelar.

Y a cada cual, lo suyo. En ese debú (aunque no sea popular) tiene mucha «culpa» Nuno. Se la jugó con el «novato» cuando el 90% de los entrenadores tiende a apuntar hacia la experiencia. Acierto por tanto del entrenador.

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