La calle San Vicente de Valencia tiene a la altura del número 233 y 235, en el cruce con la calle Pianista Amparo Iturbi, una joroba que trae de cabeza a los vecinos. Durante años provocó un estrechamiento de la acera que le valió el sobrenombre de "acera de la muerte". Y una vez ensanchado aquel pasillo, los vecinos lamentan que el Ayuntamiento lo hiciera a costa de estrechar la calzada y que el solar permanezca intocable, provocando la misma joroba, lleno de basura y, eso sí, con dos vayas publicitarios que reportan importantes beneficios a sus propietarios. En su opinión, esta situación es incomprensible e incluso dudan de que se ajuste a la ley, por lo que están preparando una denuncia ante la Fiscalía para que les saque de dudas.

En esta esquina hubo siempre un taller que no estaba alineado con el resto de fincas y sobresalía tanto por la calle San Vicente, donde dejaba una acera de apenas 85 centímetros, como por la calle Amparo Iturbi. Aquel taller desapareció tras el atentado terrorista de 1990, pero quedó el solar y una valla de obra que lo rodea, haciendo exactamente la misma joroba que antes.

Lo prioritario en este caso era acabar con la estrechez de la acera de San Vicente, bautizada como "acera de la muerte" por los numerosos accidentes que provocó a vehículos y peatones. Y eso se consiguió en 2009, cuando el Ayuntamiento la amplió hasta una anchura de metro y medio.

Pero eso es todo lo que se ha conseguido y además de manera anómala, asegura la Asociación de Vecinos del Parque Central-Iturbi. Su presidente, Juan Julio Verges Mora, asegura que ese ensanche se hizo a costa de la calzada y en contra de los informes técnicos del propio Ayuntamiento, que aseguraban que no era viable por la intensidad de tráfico.

Además, ellos han pedido al Ayuntamiento el retranqueo del solar para alinearlo con el resto de fincas y la respuesta ha sido que había intentado una negociación con los propietarios y estos se habían negado. Es más, les dijo que ante tal negativa iban a proceder a expropiar el suelo, anuncio que fue desmentido después por el propio servicio municipal de expropiaciones.

Los vecinos lamentan, por último, que el solar esté sucio, como el que hay enfrente, y nadie obligue a los propietarios a limpiarlo, máxime estando a escasos metros de la estación del AVE.

Lo único que, según explica, ha hecho el ayuntamiento por este solar ha sido darle corriente eléctrica para que la empresa JC Decaux coloque allí dos vallas publicitarias que le dan importantes ingresos a los propietarios.

Presión al consistorio

Con esta situación, la Asociación de Vecinos entiende que los propietarios no tengan interés en el retranqueo de la finca, pues podrían perder las vallas y se quedarían con una parte muy pequeña de los 136 metros de solar, lo cual les impide construir si no es en unión con los número 1 y 3 de Amparo Iturbi.

Pero no entienden la postura del Ayuntamiento, que, lejos de expropiarles, les ayuda. De ahí que estén elaborando un escrito que dirigirán a la Fiscalía para que decida si hay delito.

Hasta ahora todas sus denuncias en la Junta de Patraix han resultado infructuosas y "desde el Ayuntamiento lo único que nos dicen es que tengamos paciencia, que cuando el propietario del 1 y el 3 de Amparo Iturbi quiera edificar le condicionarán la licencia a que se ponga de acuerdo con los propietarios de este solar para que acepte el retranqueo y sume la parte de solar que le queda al proyecto de sus vecinos.