En verano el aislamiento también es importante en el hogar. Una vivienda con un buen aislamiento térmico puede llegar a ahorrar hasta un 30% de energía, lo cual tiene efectos directos tanto en la factura de la luz que nos llega a final de mes como en las emisiones de CO2 al medio ambiente.

El aislamiento térmico de una vivienda es principalmente la capacidad que esta tiene para retener el frio (en verano) o el calor (en invierno), que básicamente se generan mediante sistemas de refrigeración o de calefacción.

Por mucho que se invierta en un buen aparato de aire acondicionado o en un buen sistema de calefacción, de poco servirá si la casa no está bien aislada desde el punto de vista térmico evitando que se escape.

Certificación energética

El aislamiento es importante no solo por una cuestión de mantener el frio, el ahorro de energía o de conciencia medioambiental, sino porque además, desde hace unos meses ( enero de 2013) está vigente el anunciado real decreto de Certificación de Eficiencia Energética de Edificios Existentes, que obliga a que todas las viviendas que se compren, vendan o alquilen en España cuenten con un certificado que avale su comportamiento energético.

Las viviendas deben tener un distintivo de eficiencia similar al que tienen los electrodomésticos, también indicado en el precio de venta o de alquiler de la misma. De hecho, las viviendas se clasificaran mediante una serie de letras, que irán de la .A. (máxima eficiencia) a la .G. (grado de eficiencia energética más baja).