Un pequeño gesto con memoria del que todavía falta concienciación. Cada verano el ritual es el mismo, al igual que las excusas y mitos sobre su protección. La crema solar no tiene capacidad de retención, pero la piel sí. Los especialistas advierten de que, aunque cada vez se procure su aplicación, la sociedad se aferra a fábulas sobre su correcto uso. Muchos creen saberlo todo sobre este producto. Pero se equivocan.

"Con proteccion diez es suficiente"o "con factor 50 no te pondrás jamás moreno", frases que forman parte del diccionario de las playas, autoengaños que cada uno se regala a sí mismo pero que le perjudican, ahora y en el futuro. El factor de protección que aparece en los envases de las cremas solares señala el tiempo que uno puede exponerse al sol sin sufrir daño, es decir, si usa un factor medio, como es el 30, significa que, tras su correcta aplicación, podrá tomar el sol durante media hora sin que este le perjudique.

Se trata del método de cálculo de fotoprotección Colipa, utilizado en Europa. "Es un método relativo, y más teniendo en cuenta el tipo de piel. Una dermis morena tiene la melanina cutánea más alta y resiste más que una tez blanca", explica la farmacéutica Generosidad Viola. "El fotoprotector 100% no existe. Lo que se encuentran son unas cremas concretas que causan el mismo efecto que si te cubrieras el cuerpo con un plástico", añade. Aunque claro, al ir a contracorriente de ese ansiado bronceado, "no se la suelen llevar".

La piel no entiende de rebajas y cada verano estamos dispuestos a pagar cualquier precio por lucir un aspecto moreno. De acuerdo a un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios, en el que se analizaron 15 protectores, algunas cremas solares tienen menos protección de la que anuncian y, además, son más caras de lo que deberían por contener menor factor de protección.

Cada verano, las líneas cosméticas lanzan sus productos solares en todas sus gamas. En una droguería pueden encontrarse hasta veinte marcas diferentes, mientras que en las farmacias se reducen a la mitad. No por cantidad, sino por ser garantía de calidad, se recomienda su compra en las apotecas. "Los productos que se venden en farmacia pasan un control especial. Si un bote indica un factor, es cien por cien fiable. Detrás de él hay muchos años de investigación, no solo ´marketing´, como en los supermercados", defiende Viola.

Un discurso que apoya el dermatólogo Ibargoyen cuando admite recomendar a sus pacientes la compra de protectores en las farmacias. El ´marketing´ regala alegaciones como "dermatológicamente testado", justificación gratuita al no existir una norma estándar por la que regirse. "Es relativo porque cada piel es diferente", sostiene Ibargoyen.

Todos los especialistas coinciden en recalcar que poco importa el factor si no se aplica la cantidad adecuada. Una asignatura que suspende el 95% de la población, de acuerdo a la campaña realizada por el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. "Para asegurar el grado de protección, los estudios se llevan a cabo considerando que la gente se aplicará 2 miligramos por centímetro cuadrado de piel, pero nadie se pone eso", asegura la dermatóloga Rosa Taberner.

Aplicar antes de salir de casa

Los españoles vuelven a obtener un insuficiente en otra de las asignaturas clave, el control del tiempo. "El fotoprotector surte efecto si se aplica 30 minutos antes de salir de casa. Al sudar, la piel no llega a absorber", asegura la farmacéutica Viola. "Si la crema es de protección alta, hay que repetir cada dos horas, si no, mas", advierte; un gesto que cumplen, según el estudio catalán, un 54%.

Se huye del reloj y de la sombra. Esa supuesta enemiga eterna para el bronceado, aunque hay que considerar que ni las nubes ni las sombrillas son capas opacas y que, por tanto, no sirven de escudo contra los rayos ultravioleta B, los responsables de las quemaduras. "La sombrilla no te resguarda de las quemaduras, es una protección pobre. La arena blanca o el agua producen un efecto rebote de los rayos que finalmente impactan en nuestra piel", asegura Ibargoyen.

"Los pacientes que llegan angustiados por nuevos lunares son los mismos que vienen morenos. Es contradictorio, pero prefieren ir a la moda", confirma Taberner. Así pues, conseguir un bronceado inmediato es posible, pero, si no se atiende la piel como debe, la flacidez y otros problemas cutáneos serán prematuros. El moreno es efímero, la salud no. Lo que se proteja ahora, lo agradecerá en el futuro.