R. Pagés, Benidorm

86 metros de altura, 52 plantas, 3.400 escalones, 23 ascensores, 776 habitaciones, y capacidad para albergar hasta 2.100 clientes son las principales cartas de presentación del Gran Hotel Bali de Benidorm, el edificio más alto de España y, que a su vez, también es el hotel más alto de Europa. Paradójicamente, y pese a lo espectacular de sus cifras, lo que más llama la atención a especialistas en extinción de fuegos y a profanos en la materia es la capacidad del edificio para desalojar a todos sus ocupantes en tan solo 17 minutos.

Los salones de este establecimiento acogieron ayer las ponencias del segundo día del XX Congreso de la Asociación Española Contra el Fuego, que se celebra hasta hoy en la provincia y en el que participan más de 350 bomberos de todo el país. Además de las conferencias, los efectivos tuvieron la oportunidad de recorrer los «puntos clave» del edificio para conocer los sistemas de evacuación y lucha contra el fuego.

En grupos de cincuenta y acompañados por técnicos de la empresa y bomberos del Parque Comarcal de Benidorm, que ayer hicieron de guías de sus compañeros por «las tripas» del hotel, los operarios visitaron una de las cuatro plantas técnicas de las que dispone el inmueble, donde se acumulan depósitos de agua con capacidad de hasta 30.000 litros para abastecer los 2.500 aspersores que pueblan todo el edificio. El sistema se completa con un aljibe con capacidad para un millón de litros de agua, situado en el sótano, y una columna seca que recorre el edificio de arriba a abajo para uso exclusivo de los bomberos y que tiene tomas de manguera en cada planta, además de puertas correderas que aíslan los pasillos y ascensores, ventanas oscilantes para la evacuación de humo hacia el exterior y 2.000 detectores de incendios distribuidos por todo el hotel, lo que para los expertos «garantiza la seguridad casi total deledificio».

Si momentos antes de que se iniciara la visita al Bali Florentino Regalado, el ingeniero que diseñó su estructura, había advertido a los bomberos de que el edificio estaba «tan bien hecho que es difícil que pueda caerse y provocar víctimas en caso de incendio».