Sergi García, Dénia

Con pesadumbre y resignación se iban haciendo ayer a la idea en el seno del gobierno local (PSPV-Bloc), que en su día, a finales del pasado mandato, calificó este plan como su proyecto «emblemático», según las palabras que empleó entonces el primer teniente de alcalde, Pau Reig.

Aunque este desenlace se veía venir, sobre todo después de que en el último pleno Pepa Font (CU) señalara que tenía «dudas sobre la legalidad» del proyecto, es en las últimas horas cuando PSPV y Bloc se han vuelto a topar en este asunto con la cruda realidad de la minoría. Font comunicó ayer a la alcaldesa, Paqui Viciano, que votará hoy a favor de la moción presentada por la oposición para que se anule el proyecto adjudicado hace un año a Realia Business, en atención al requerimiento formulado en ese sentido por la Dirección General de Ordenación del Territorio de la Conselleria de Urbanismo.

En el equipo de gobierno sopesaban ayer la posibilidad de intentar aplazar la decisión respondiendo al requerimiento del Consell con otro requerimiento: dejar en «suspenso cautelar» la anulación del programa a expensas de que el conseller José Ramón García Antón se digne a recibir al gobierno local para intentar alcanzar una solución dialogada.

El asunto del T-1 no hace sino constatar que la Generalitat tiene secuestrada la gestión urbanística de la ciudad desde que aprobó en 2005 el Plan General. Y el informe que ha emitido el secretario municipal sobre el requerimiento de anulación del programa viene a decir precisamente eso: que el ayuntamiento es «incompetente» respecto al Plan General y, por tanto, si la conselleria dice que hay que anular el proyecto, no cabe más que acatarlo. Poco importa si lo dice porque se lo ha pedido la portavoz del PP local, Ana Kringe.

De nada le sirve a PSPV y Bloc intentar planificar, ya sea bien o mal, si al final se va a hacer en materia urbanística lo que quiera la Generalitat. Y si además la oposición local (PP, GD, PSD, el tránsfuga Collado, y parece que también CU -porque nadie ha visto por el momento el supuesto acuerdo de gobernabilidad anunciado por los centristas con PSPV y Bloc-) no sólo está de acuerdo, sino que parece encantada de que sea el ejecutivo autonómico del PP quien gobierne el urbanismo en la ciudad, mal pintan las cosas para socialistas y nacionalistas.