Un 31 de diciembre de 1984, el Ayuntamiento de València puso en marcha la primera San Silvestre a imagen y semejanza de la que se corría en Madrid. Miguel Rubio, un atleta del extinto Valencia CF, se imponía en la línea de meta por delante de cerca de 2.000 corredores. Treinta y cuatro años más tarde, y tras haber adelantado al día 30 su fecha en el año 1987, serán 17.000 los deportistas que hoy desafien al frío en la que se ha convertido en una cita ineludible dentro del calendario de carreras populares.

La San Silvestre de Valéncia es fiesta y deporte. Dos carreras en una. Tienen su modalidad competitiva y su vertiente más lúdica y festiva en la que no faltan los disfraces o, incluso las reivindicaciones. Esta XXXV edición saldrá a las 20:00 horas desde la calle Xàtiva (a la altura del cruce con la calle Bailén) y llegará a la Plaza del Ayuntamiento. Organizada por la Concejalía de Deportes y la Fundación Deportiva Municipal, cuenta con el patrocinio de La Caixa y la colaboración de El Corte Inglés y la Sociedad Deportiva Correcaminos, y transcurre sobre un circuito de 5.300 metros por el centro de la ciudad.

La carrera, además de asemejarse más a un carnaval que a una prueba de medio fondo, no deja de ser un termómetro del estado de forma de los cerca de 400 atletas del Circuito Divina Pastora de Carreras Populares o federados (cumplen unas determinadas características de tiempos y clasificación), que salen a disputarla.

El año pasado, el vencedor de la San Silvestre por las calles de la ciudad de València fue el atleta marroquí Jaouad Tougane en categoría masculina y la deportista francesa Liv Westphal, en categoría femenina. Tougane ganó con un crono de 14:34 por delante de Hassan Ahouchar (14:45) y de Ismael Quiñones (14:49), mientras que en categoría femenina, la victoria de Westphal llegó con un tiempo de 16:21, seguida por Laura Méndez (17:02) y Kanboucia Soud (17:22).