A la espera de conocer a principios de septiembre las previsiones oficiales de la Conselleria de Agricultura sobre la próxima campaña citrícola, el presidente de la Unió de Llauradors en Castelló, Vicent Goterris, auguró que habrá un 20 por ciento menos de producción que el pasado año. La merma se dará especialmente en la variedad citrícola más extendida y cotizada de la provincia, la clemenules.

Este descenso responde principalmente, según Goterris, al fenómeno llamado "vecería", que consiste en consiste en que tras un año de abundante cosecha de naranja, como fue el pasado, se sucede otro en el que la cosecha es menor. Este hecho suele ser habitual en cualquier tipo de cosecha.

Además, otro factor que ha sido clave para esta bajada de la producción de clemenules, la variedad reina, ha sido el meteorológico. Cabe tener en cuenta que las abundantes lluvias caídas la pasada primavera han afectado de forma negativa a la floración, que ha sido menor.

Por contra, el aspecto positivo, es que se prevé que al haber menos cantidad de naranjas en el árbol, la cosecha sea de mayor calibre y, por tanto, de mayor calidad. De este modo, su cotización puede ir al alza y alcanzar precios más elevados en el mercado.

Si las condiciones climáticas han sido decisivas en esta disminución del número de cítricos también lo es el hecho de que cada vez se abandonen más tierras de cultivo por falta de rentabilidad. Son muchos los agricultores castellonenses que ante la crisis de precios, que afecta desde hace años al sector, han decidido abandonar sus cultivos porque en determinadas campañas gastaban más dinero en el cuidado del campo del que ingresaban posteriormente por la venta de naranjas.

El sector agrícola sigue siendo uno de los principales pilares económicos de la provincia, especialmente ahora con el hundimiento de la construcción.