La Policía Nacional ha desarticulado una banda criminal compuesta, mayoritariamente, por mujeres croatas que se dedicaban al robo con fuerza en viviendas de toda España y que tenía su base de operaciones en la localidad castellonense de Vinaròs, donde se produjeron las últimas detenciones el pasado 10 de marzo. Tal como informó ayer en su visita a la comisaría de Castelló el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, la operación se inició en julio de 2013 y se ha saldado con 52 detenidos en Castelló y Valencia, de edades comprendidas entre 18 y 30 años y de origen croata, aunque también hay varios sudamericanos y dos españoles.
Los españoles son los propietarios de una agencia inmobiliaria y de una empresa de alquiler de coches y eran los que facilitaban casa y vehículo a los componentes de la banda para alojarse en los municipios donde cometían los asaltos. La policía les atribuye la autoría de 14 robos en Valencia, Zaragoza, Sevilla, Madrid y Salamanca. También actuaron en el País Vasco y Cataluña e incluso se les imputa delitos de estafa, blanqueo de capitales y falsificación documental en Italia.
Los autores materiales de los robos eran siempre mujeres que aprovechaban la ausencia de los moradores para entrar en las casa y robar joyas y dinero, cuyo montante aún se desconoce. Las susodichas utilizaban el método del resbalón consistente en emplear una pequeña placa plástica que se introduce entre el marco de la puerta y la cerradura, para desactivar el cerrojo de la puerta y así poder abrirla. Si el morador había dado doble vuelta a la llave, las ladronas procedían a la rotura del bombín.
La operación se inició tras investigar a unas mujeres que robaron en Valencia y ha contado con varias fases. La primera se centró en la investigación de las células, generalmente compuestas por dos o tres mujeres, que partían desde Vinaròs para robar en domicilios de toda la geografía nacional. Las pesquisas permitieron detectarlas, conocer sus movimientos y detener a 42 personas por delitos contra la propiedad, aunque también se les imputan delitos contra la seguridad del tráfico, falsedades documentales y pertenencia a organización criminal.
La fase final de la investigación se desarrolló el pasado 10 de marzo en Vinaròs con la detención de otras diez personas que dirigían a las células que se desplazaban a cometer los robos. Con el apoyo de unidades de seguridad ciudadana, helicópteros, UIP, guías caninos y de policía científica, los agentes procedieron a desplegar un dispositivo especial en la localidad de Vinaròs para realizar los registros programados y proceder a la detención de otros miembros de la red. Estos últimos arrestados eran los responsables de procurar los apoyos e infraestructura necesaria como automóviles para los desplazamientos o los lugares para residir en las ciudades en las que iban a cometer sus delitos.
Además, en esta fase operativa se consiguió la detención de los dos ciudadanos españoles, responsables de las empresas citadas, así como la incautación de diversa documentación y ordenadores que acreditan que ambas empresas daban cobertura a los miembros de la organización para la comisión de los hechos delictivos y para la ocultación de sus lugares de residencia y vehículos.