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Polémica por el grafiti del Bernat Artola

Pintaescola

Polémica por el grafiti del Bernat Artola

El artista Escif cederá la retribución económica de este trabajo si los padres y profesores quieren buscar otra solución

La obra del artista valenciano Escif en el Colegio Bernat Artola de Castelló ha generado polémica entre los padres de los alumnos, quienes dicen estar «indignados» y reclaman borrarlo. Su trabajo (dos pinturas murales de unos dinosaurios y una mano negra) forma parte de la iniciativa 'Dotze artistes, dotze escoles' del proyecto Pintaescola, que fue impulsado el pasado 1 de abril por la concejalía de Educación. Encabezado por Enric Porcar y comisariado por David Ruiz, su lema es 'La educación es la herramienta más poderosa para cambiar el mundo'.

Escif trabajó en este colegio desde el lunes al viernes de la semana pasada, y una vez finalizada la obra, comenzaron a aparecer las críticas. Las redes sociales de Porcar se llenaron de mensajes de padres pidiendo que se borrara el grafiti. «Pido que se borre y se pinte algo colorido y bonito en su lugar. Me parece un manchurrón no aceptable para la fachada de una escuela», reclamó una madre en Facebook.

Como respuesta, el artista escribió ayer un comunicado afirmando que su intención era que los niños participaran en la obra. «Es muy bonito pintar una pared decorativa en un colegio, pero más bonito aún es pintar una pared que participe en la educación de los niños de una manera activa. Mi planteamiento fue hacer una pintura inclusiva en la que los verdaderos protagonistas fueran ellos, los niños», manifestó Escif.

Para llevar a cabo esta idea, el artista propuso un taller con algunos de los alumnos de último curso. «El ejercicio consistió en una versión moderna del teléfono roto. En este caso, los mensajes eran imágenes que previamente había seleccionado para los niños: un dinosaurio, el gato Félix, el elefante dumbo, bailarines o incluso una mano saludando, entre otras muchas», explicó Escif.

Ante las críticas, el artista declaró que «la pintura de la fachada del colegio Bernat Artola no es una pintura, es la voz de un niño que habla. Sus palabras no son eruditas, ni grandilocuentes, ni intelectuales y sin embargo contienen la esencia vital de aquello que no llegó a corromperse».

A pesar de esta explicación, el artista asume la «responsabilidad» y las «consecuencias» de su trabajo. «Ya antes había propuesto ejercicios similares en otras instituciones sin mayor controversia, por lo que nunca imaginé que esta intervención fuera a despertar polémica alguna. Aún si mi ejercicio parte de la mejor de las intenciones entiendo que esto a veces no basta para llegar a buen puerto, ya que lo más importante es que los niños y profesores del colegio se puedan sentir orgullosos de su pared», añadió.

Desde este periódico se intentó contactar con todas las partes implicadas en este asunto, como la AMPA del Bernat Artola, la Fampa o la Conselleria de Educación, las cuales eludieron dar su opinión. Por su parte, Escif concluyó su comunicado alegando que «si el colegio decide borrar o modificar la pintura, estoy feliz de cederles la retribución económica que debía percibir por mi trabajo para que encuentren una mejor solución con la que se identifiquen».

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