El día que el Ayuntamiento de Alfarp estrene los muebles que compró para la nueva casa consistorial ya no tendrán la garantía del fabricante ni posiblemente figuren en sus catálogos de venta. El gobierno del PP que estaba al frente del consistorio en 2006 gastó más de 60.000 euros en la compra del mobiliario del futuro ayuntamiento que ni se ha construido casi diez años después ni posiblemente se vaya a construir a corto plazo. Las mesas, sillas, estanterías y armarios permanecen apilados en dos habitaciones de la casa de la cultura que se tuvieron que desalojar recientemente ante la acumulación de agua como consecuencia de las filtraciones por el mal estado de la cubierta. «Menos mal que estaban bien tapados», comentó el actual alcalde de Alfarp, Santiago Cervera, que considera que «no tiene ni pies de cabeza» que se comprara todo el mobiliario para un edificio que no se había construido.
De aquella compra que por importe de 64.200 euros realizó el ayuntamiento con fondos del Plan Provincial de Obras y Servicios de 2006 de la Diputación de Valencia apenas se ha aprovechado hasta ahora una silla que, según el alcalde, se llevó al consultorio. Entre los muebles que siguen embalados y sin ningún uso figuran dos sillas de dirección por las que el ayuntamiento pagó 1.960 euros, a razón de 980 euros por cada una de ellas.
La construcción del nuevo ayuntamiento era uno de los grandes proyectos que el anterior gobierno del PP planteó hace más de diez años y, según recordaron fuentes municipales, arrancó con el derribo «precipitado» -según el gobierno actual de Compromís- de las antiguas casas de los maestros, donde estaba ubicado el consultorio médico y el local de los jubilados. «Con la desaparición de esos edificios el ayuntamiento tuvo que alquilar un local para el consultorio y dejó sin un local propio a los jubilados, que perdieron una sede relativamente nueva y tuvieron que compartir los bajos de la casa de la cultura con otras asociaciones del pueblo», relata el alcalde, mientras recuerda que, pese al derribo, la financiación para la construcción del nuevo ayuntamiento no llegó nunca.
De hecho, no fue hasta los presupuestos del año 2014 cuando la Generalitat incluyó una partida de un millón de euros para este proyecto, lo que representaba la inversión directa a un municipio concreto más elevada de ese año en la Ribera. No obstante, en plena crisis, los recortes no tardarían en llegar. El entonces director de Obras Públicas y Proyectos Urbanos , Vicente Dómine, se desplazaba en mayo a Alfarp para abordar esta inversión con nuevo alcalde de la localidad, al que solicitó una memoria de las necesidades como base para la redacción del proyecto, al tiempo que anunciaba que éste se ejecutaría de una forma «más austera» de lo que se había previsto y por fases. Pasado casi año y medio de aquella visita, ni han comenzado las obras.