El Tribunal de Cuentas ha confirmado que el Ayuntamiento de Carcaixent realizó «pagos indebidos» durante el mandato de Lola Botella (PP) al abonar a la empresa encargada de la recogida de la basura servicios previstos en el contrato que no estaba prestando pero, sin embargo, considera que no existe responsabilidad contable ya que la corporación, en el último tramo de la legislatura, adoptó acuerdos para el reintegro de los 383.000 euros estimados de los incumplimientos.
Así consta en las conclusiones del acta de liquidación provisional elaborada por la unidad de actuaciones previas a la exigencia de responsabilidades contables del Tribunal de Cuentas, que ha tramitado el procedimiento que arrancó con una denuncia del concejal Carles Albert, actualmente portavoz de Reiniciem Carcaixent. El anterior gobierno (PP-PSD) reconoció a escasos dos meses de las elecciones «lo que había negado durante dos años y medio», recuerda el edil, que no duda en señalar que admitir que habían pagado de más fue una maniobra para cubrirse las espaldas.
La resolución del Tribunal de Cuentas confirma que la instrucción ha permitido constatar «la realización de pagos indebidos por parte del Ayuntamiento de Carcaixent en la ejecución del contrato de recogida de residuos sólidos urbanos y selectiva», pero no aprecia responsabilidad contable ya que en el pleno de marzo se acordó reclamar a la empresa concesionaria el reintegro de 32.285 euros por servicios complementarios que no prestaba y otros 351.000 por cantidades percibidas de forma indebida.
La denuncia de Carles Albert apuntaba como causa principal del desfase que la empresa concesionaria mantenía en las urbanizaciones de Carcaixent con el sistema clásico de recogida de basuras con contenedores fijos en lugar de la fórmula «de quita y pon» que introducía el nuevo contrato, por la que la firma encargada de la recogida de residuos saca a la vía pública durante unas horas al día estos basureros y los retira con posterioridad.