Una veintena de miembros del Grup d'Acció Valencianista (GAV) boicoteó ayer la presentación del libro Noves glòries a Espanya, la radiografía sobre el blaverismo del profesor Vicent Flor, y lanzaron ejemplares de la obra, sillas y bolas de humo en la sala de la FNAC de Valencia que albergaba el acto. Después de unos treinta minutos de máxima tensión, la policía nacional llegó con cuatro furgones, obligó a los miembros del GAV a abandonar la sala y se llevó esposado con la manos por delante al expresidente de Coalició Valenciana, Juan García Sentandreu, que entraba al furgón policial con semblante serio y descolocado.

Según fuentes conocedoras de los hechos, los delitos de los que se le podría acusar son los de desórdenes públicos, injurias graves y desacato, entre otras razones por haber insultado al jefe del dispositivo policial. Al cierre de esta edición, Sentandreu permanecía en el Juzgado de Guardia después de haber solicitado el hábeas corpus cuando estaba en dependencias policiales, al entender que su detención era ilegal. Los agentes también identificaron, entre otros, al presidente del GAV, Manuel Latorre, y a los tres responsables de las juventudes de esta organización, así como a algunas históricas ties maries.

Los miembros del GAV y un grupo de jóvenes vinculados a España 2000 (estaba su jefe José Luis Roberto) llegaron a la sala de la presentación y ocuparon las filas traseras con banderas españolas, valencianas y de su propia organización. Cuando se inició el acto con las palabras del editor (19.15 horas), empezaron a proferir acusaciones e insultos contra los miembros de la mesa: el autor, la diputada de Compromís Mònica Oltra, el editor de la obra, Vicent Olmos, y el periodista J. J. Pérez Benlloch.

Según varios asistentes al acto, profirieron gritos como "no mos fareu catalans", "Puta Cataluña", "on estan, on estan, els amics de Guillem" [en referencia a Guillem Agulló, asesinado en 1993 por miembros de la extrema derecha] o "Vicent Flor, saluda al Grup d'Acció". Primero lanzaron algunos ejemplares de la obra tomados del expositor que había junto a la sala, luego arrojaron sillas y, al parecer, alguna podría haber golpeado a algún asistente de forma leve, según los testigos. El público asistente, cohibido y con mucha tensión por lo que podía suceder, oyó cómo los boicoteadores del acto cantaron el himno regional de la Comunitat Valenciana para remarcar las "noves glòries a Espanya" que aparecen en el título de la obra. Las bolas de humo lanzadas y la ausencia policial durante más de 15 minutos -sólo estaban los vigilantes del centro organizador- elevaron la sensación de aparatosidad y tensión.

Al llegar la policía nacional, obligó a salir del edificio de la FNAC a las personas que habían acudido a reventar el acto. Esas treinta personas se quedaron a las puertas de una FNAC defendida por más de 20 agentes. Unos 20 minutos después de ver cómo la policía se llevaba con grilletes a Juan García Sentandreu, lo metía en el furgón y se lo llevaba detenido, el presidente del GAV instó a sus compañeros de organización a marcharse a la jefatura policial para pedir su liberación inmediata.

En declaraciones a este diario, Manuel Latorre consideró que la detención del político era "un acto fascista" y una medida "desproporcionada y aberrante" porque "él [Sentandreu] no había hecho nada". Latorre afirmó que habían acudido a boicotear el acto porque el libro de Flor está "lleno de mentiras y acusaciones falsas" sobre el GAV y el valencianismo tricolor.

Oltra: "La policía ha tardado"

Tras finalizar la presentación, que se desarrolló con vigilancia policial a las puertas de la sala, la diputada Mònica Oltra criticó que "esta gente no demócrata y poco cívica ha traspasado las fronteras al lanzar libros y sillas. Y la policía ha tardado más de 30 minutos en venir". Según informaron fuentes de la FNAC, la policía estaba avisada antes del inicio del acto de que podían haber problemas. Sin embargo, los agentes llegaron después de que estos ya se hubieran materializado.

Vicent Flor, autor de la obra, lamentó estas "actitudes impropias de una sociedad democrática", aunque afirmó que "la libertad de expresión es un derecho fundamental, y si ellos discrepan de las posturas del libro, me parece muy bien".