El gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), Pablo Cotino, ha aumento el sueldo de sus dos colaboradores más directos y directores adjuntos de la empresa ferroviaria. Se trata del director adjunto de gestión, Pedro Catalán Vena, y de la directora de gestión, Esther Carbonell Chueca, que también crecen puestos en la escala técnica dentro de FGV al pasar ambos de la escala 12 a la escala 18. Un ascenso que permitirá a ambos disfrutar de un aumento de sueldo de más de 2.000 mensuales para cada uno de ellos, según confirman fuentes de Levante-EMV.
El ascenso se produce en plena negociación del nuevo convenio colectivo de FGV que la empresa negocia con los sindicatos y en los que, al parecer, los responsables de la empresa se muestran reticentes a introducir incentivos o mejoras salariales para los trabajadores, bajo la excusa de que «no hay un duro» y de que los empleados aún «deben dar gracias» por haber mantenido el empleo después del expediente de regulación de empleo (ERE) aprobado por FGV en 2012, que dejó en la calle a 310 trabajadores. Desde FGV, fuentes oficiales de la empresa aseguran que «Esther Carbonell y Pedro Catalán, como trabajadores de FGV ocupan dos puestos vacantes en el organigrama de la empresa como directora de Explotación y director de Gestión, respectivamente». Y añaden que «su sueldo corresponde a lo establecido en el convenio para estos puestos, con los límites que estableció la gerencia de la empresa de no superar el 95 por ciento del salario del director-gerente de FGV que, a su vez, es equivalente al de un director general de la Generalitat» (55.000 euros al año).
Pese a la llamada a la contención en el gasto que los responsables de la empresa hacen a los sindicatos, también se han producido otras mejoras salariales y ascensos en la escala técnica de otros mandos intermedios de FGV, según confirman a Levante-EMV trabajadores de la empresa.
De hecho, el gerente Pablo Cotino también ha informado a los trabajadores de la «urgencia» por aprobar la clasificación profesional por «órdenes del Consell» que los trabajadores se temen que sea «una legalización express de los "enchufados" contratados a dedo y sin concurso oposición durante la época de Marisa Gracia para que, en caso de cambio electoral puedan seguir manteniendo su puesto dentro de la Administración». Desde FGV aseguran que «la clasificación profesional se está negociando con los sindicatos de la empresa con el objetivo de adaptarla a lo establecido en el Estatuto de los Trabajadores».