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«Las familias acogedoras han actuado como un banco para la Administración y eso se acabó»

El Consell ha aumentado la ayuda de 4 y 8 euros por menor hasta los 12 euros y eliminado la subvención para convertirla en un derecho.

Y en infancia, ¿qué hay previsto?

Los niños son los eternos olvidados. Nos hemos encontrado con que las familias eran los bancos de la Administración en la tutela de los menores. El PP hacía negocio con los centros y le pagaba tarde y mal a las familias acogedoras. A los familiares 'de sangre' les pagaba 4 euros al día y a las familias acogedoras, 8 euros. Y después, en función de cuántos niños acogieras te quitaban ese dinero. Al tercer menor, empezaban a rebajar los 8 euros y con cuatro menores no recibías nada. Y esa ayuda llegaba mediante una orden de subvenciones. Alucinante. Nosotros de entrada subimos la ayuda hasta los 12 euros a todas las familias y suprimimos lo del número de menores de acogida.

Pero eso aún no es efectivo... ¿no?

La Administración no es un órgano ni ágil, ni rápido ni que dé soluciones efectivas a la ciudadanía. Por eso estas familias, a día de hoy, no están recibiendo las prestaciones. Al cambiar el concepto, de una subvención a un derecho, tienes que cambiar la norma que da cobertura a ese sistema. Eso tiene que pasar una serie de trámites que el PP ya se encargó de blindar el año pasado, para poner más obstáculos... y ahora las normas deben pasar por todas las conselleries y después por el Consell Jurídic Consultiu. Esto hace que lo que antes podían ser dos o tres meses ahora sean siete, ocho o nueve.

Habla del mercaderío del PP con las empresas que gestionan los centros de acogida, pero estas se quejan de que no existen recursos propios y concretos para los menores tutelados que son, además, enfermos mentales...

En 20 años el PP no se ha dado cuenta que se necesitan centros específicos. Porque no es lo mismo un crío de 8 años con una enfermedad mental crónica que un niño que no la tiene, y en los centros no hay recursos específicos para atender a estos menores. Y allí convive un niño de 8 años con sus circunstancias, con otro de la misma edad pero con esquizofrenia paranoide. Los profesionales tampoco están preparados para atender esas circunstancias. Y es muy duro porque no solo afecta a los profesionales que tienen que lidiar día a día con estas circunstancias, sino que también afecta a otros niños que conviven en el centro. Y el niños con enfermedad mental crónica también lo sufre.

¿Y cuál es el plan de la Administración?

Pues este año se abren dos centros, aunque estamos estudiando las fechas y la ubicación. En 20 años nadie ha hecho nada y necesitas unos servicios específicos porque las necesidades son diferentes. «Poquet a poquet».

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