La red polaca que fabricaba toneladas de tabaco de liar en fábricas clandestinas de Bétera y Riba-roja, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, ha defraudado al menos dos millones de euros a la hacienda pública, según los cálculos de la Agencia Tributaria a partir de la mercancía que le ha sido intervenida en el momento de desarticular la banda: 106 toneladas de tabaco.
Según informaron ayer el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, el general jefe de la Guardia Civil de la VI Zona, Fernando Santafé, y el delegado de la Agencia Tributaria en la Comunitat Valenciana, Manuel Cabrera, esos 106.000 kilos de tabaco en distintas fases de producción confiscados a la red están valorados en más de 16 millones de euros, de los que más deberían haber tributado al fisco al tratarse de mercancía gravada con un impuesto especial -cada kilo de tabaco legal tiene una tasa impositiva de 22 euros-.
Los presuntos integrantes de la banda arrestados -diez hombres de origen polaco y tres mujeres de nacionalidad española, de entre 22 y 60 años de edad- importaban legalmente la hoja de tabaco desde Polonia -era producida en este país, en Cuba y en África- y luego la transformaban en picadura en tres naves industriales reconvertidas en fábricas ilegales.
Para ello, empleaban maquinaria industrial de grandes dimensiones con la que secaban la hoja una vez aderezada con distintos compuestos químicos para disimular su olor y aumentar su sabor. A continuación, lo trituraban y embolsaban, para ponerlo a la venta principalmente a través de internet.
De hecho, la investigación dio comienzo, tal como publicó la semana pasada este diario, en enero de este año, después de que la Guardia Civil detectase una página web en la que se ofertaba picadura de tabaco en distintas modalidades.
Esa investigación, llevada a cabo por agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valencia y de funcionarios especializados de la Agencia Tributaria, permitió detectar que el origen de la trama se situaba en el Camp de Túria. Tras meses de gestiones, consiguieron identificar a los principales responsables de la red, así como las fábricas y sus domicilios.
Los pasados 13 y 14 de este mes se puso en marcha la fase de explotación, en la que se incautaron de las 106 toneladas de tabaco -recién llegadas la mayoría de ellas en forma de hoja, a bordo de siete camiones de gran tonelaje-, así como 1.866 máquinas domésticas para liar cigarrillos que también vendían en su web para dar un servicio completo al cliente final.
La organización había implantado, además, una ramificación en Badajoz, adonde había extendido sus tentáculos dado el éxito del boyante negocio.