El temporal de viento y nieve ha tirado a tierra miles de pinos en las sierras de Mariola, Enguera, la montaña alicantina, el parque geológico de Chera y en las montañas que rodean la comarca de Requena.

La conselleria de Agricultura y Medio Ambiente tiene previsto enviar en los próximos días equipos de agentes medioambientales para hacer una primera evaluación de los daños, aunque los primeros informes son «desoladores», según admiten en la conselleria, donde algunos alcaldes han comunicado lo sucedido en sus municipios.

El director general del Medio Natural, Toni Marzo, destacó que los daños son muy abundantes en el pinus halepensis mientras otras especies como el nigra o el silvestris están mas adaptadas y resisten mejor la acumulación de nieve en sus ramas.

Además de los árboles abatidos, hay otros muy dañados con grandes ramas arrancadas de cuajo cuyas cicatrices pueden aprovechar las plagas para atacar los árboles. Sin embargo, Toni Marzo cree que el principal problema es la acumulación de ramas que acabarán secándose tras la primavera convirtiendo el monte en un polvorín en la temporada de incendios forestales.