El presidente de ADIF, Juan Bravo Rivera, responsable directo de la ejecución de obras en la red ferroviaria española, aseguró ayer en València que el Ministerio de Fomento, del que depende, hacía suya la reivindicación empresarial sobre la modernización del eje ferroviario Sagunt-Teruel-Zaragoza y anunciaba el compromiso de invertir 330 millones de euros, que incluyen la electrificación de la línea, en el periodo 2017-2020.
El compromiso se produjo después de que la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) hiciera público un informe sobre «la línea 610» que desmonta la «excusa» oficial con la que sucesivos gobiernos han permitido el deterioro de la misma. «Nos decían que cómo iban a invertir en una línea por la que no pasan trenes. Este estudio demuestra que si no pasan trenes es porque no existen condiciones de uso competitivo», aseguró el presidente de la CEV, Salvador Navarro.
El informe, elaborado por TRN ingeniería en colaboración con empresas cargadoras, operadores logísticos, asociaciones empresariales, operadores de terminales y autoridades portuarias, entre otros, concluye, según Navarro, que existe una demanda potencial de 48 a 54 trenes semanales en cada sentido.
Según el estudio, 18 trenes semanales han dejado de operar en la línea 610 en los últimos 5 años a favor de la carretera o de otros itinerarios alternativos debido al mal estado de la infraestructura.
Desconfianza
La noticia se produce, sin embargo, en un contexto de profunda desconfianza hacia los anuncios y «compromisos» del Gobierno tras el fiasco de los Presupuestos Generales del Estado de 2017. «Hay un cambio de actitud», dijo Navarro, que agradeció la presencia de Juan Bravo, y que requiere ahora «compromisos».
Formalmente, los empresarios de la CEV y de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), cuyo presidente Vicente Boluda, asistió a la convocatoria, trasladaban la responsabilidad de la respuesta al nuevo desaire del Gobierno Rajoy al ámbito de los grupos políticos en el Congreso. Ni una opinión sobre cómo el Gobierno ha ignorado también la demanda de «pesos pesados» como Juan Roig (Mercadona) o el propio Boluda en nombre de todos los empresarios valencianos. El cabreo es «monumental», según una fuente de AVE.
Por su parte, Federico Félix destacó que el estudio acredita, al igual que otros que han abordado el corredor mediterráneo, «la solidez» de los argumentos empresariales en la reivindicación de infraestructuras. Sobre el «ninguneo» de Fomento, Félix recordó sus palabras, muy criticadas, en las que sugirió la idea de «romper algún cristal». «Alguno se acordará de hoy», añadió.
330 millones de inversión
El presidente de ADIF, Juan Bravo aseguró que el informe elaborado por la CEV con el apoyo de TRN ingeniería es un trabajo «serio y riguroso que nos convoca a todos».
«Después del análisis del documento asumimos todas sus recomendaciones. Vamos a constituir ya una comisión de seguimiento de las obras y en paralelo a realizar un estudio de capacidad de la línea», avanzó.
El proyecto requiere una inversión de 330 millones que incluye la electrificación de toda la línea para satisfacer la demanda potencial que el estudio demuestra», dijo Bravo. «Este año hay 15 millones, pero luego subiremos hasta 100 millones año», avanzó.
En 2017 culminará la instalación del sistema tren-tierra que permite operar la línea 24 horas al día, aunque persisten problemas como las limitaciones de velocidad y de peso de los trenes por el mal estado de la línea o la falta de apartaderos para mercancías.
El presupuesto para estas primeras inversiones saldrá del fondo gestionado por el Puerto de Valencia, tal como informó en su momento Levante-EMV.
El acto, al que se incorporó a última hora el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, contó con la participación de representantes del Puerto de Bilbao y empresarios del País Vasco, Rioja y Aragón.