La segregación de los alumnos por nivel socioeconómico en las aulas de ESO de la Comunitat Valenciana está por debajo de la media española y de la UE, según el primer estudio que se realiza en España para medir este indicador de desigualdad. La investigación que han realizado los sociólogos F. Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido, de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), a partir de la explotación de los datos del Informe PISA 2015 muestra que la segregación escolar promedio en la C. Valenciana en su dimensión de uniformidad es de 0,31 (índice de Gorard). Esto significa que casi uno de cada tres estudiantes de ESO (el 31 %) debería cambiar de instituto para lograr una distribución igualitaria dentro de la Comunitat en aras de que la segregación sea cero.
El estudio revela que España, con una tasa de segregación de 0,38 (por encima de la media del 0,35 de la UE) «es uno de los países más segregados de Europa, con cifras análogas a los países del Este con más desigualdad y muy alejadas de los países de su contexto próximo».
Además, añaden, «la segregación escolar en las autonomías ofrece resultados extremos: algunas se encuentran entre las más bajas de Europa (Illes Balears, Galicia y Aragón), con niveles de segregación similares a Finlandia (menor del 0,30), mientras que otras como la Comunidad de Madrid (0,41) registran «una segregación muy alta, solo superada por Hungría».
La investigación subraya que en todas las autonomías «la segregación para los estudiantes con familias con mayor nivel socioeconómico es mayor que para las de menor». «Lo que habla -aseveran- de una tendencia a la segregación por arriba del sistema educativo, es decir, a la elitización del mismo.
Nivel de desigualdad medio
La Comunitat está en un nivel de desigualdad «medio» (entre 0,31 y 0,34) junto a Murcia (0,31), Andalucía (0,32), Navarra (0,33), País Vasco (0,33) y Castilla-La Mancha (0,34). Este umbral es similar al del Reino Unido, Países Bajos, Polonia, Luxemburgo, Dinamarca y Malta.
Los autores del informe concluyen que «una gran parte de la segregación escolar es consecuencia directa de la segregación residencial; mal que afecta a prácticamente a todas las ciudades de España». Pero también alertan, a la hora de explicar la tremenda desigualdad de las aulas madrileñas, del impacto «de las políticas de selección escolar y de creación de sistemas de cuasi-mercado escolar».
«Cuasi-mercado» escolar
Entre ellas señalan «el establecimiento de un distrito único, por el cual las familias pueden elegir libremente el centro público o concertado, o la publicación de rankings de colegios atendiendo a resultados de pruebas externas». También culpan a «la discutida política de creación de centros bilingües que está generando procesos de selección implícitos por los que solo los alumnos con más recursos asisten a este tipo de centros, dejando fuera a los que más dificultades tienen». «Tampoco -prosiguen- es posible olvidar la apuesta decidida por fomentar la educación privada, siendo Madrid la región con más estudiantes matriculados en centros privados».
El anterior Consell del PP introdujo el distrito escolar único durante tres cursos pero el Govern del Botànic lo eliminó en el 2016-17. También, siguiendo el modelo de Madrid, apostó por los centros bilingües en castellano e inglés. Primero lanzó seis programas experimentales en otros tantos colegios públicos, que también ha extinguido la actual conselleria. La Generalitat del PP, igualmente apostó por la concesión de suelo público a colegios bilingües a cambio del concierto durante 75 años al igual que Madrid, donde hay más de 50 de estos Colegios de Iniciativa Social (CIS). De los 10 CIS que pretendía sacar a concurso el Consell del PP, sólo fue capaz de licitar dos que finalmente declaró desiertos.